martes, 21 de noviembre de 2017

Asunto de nadie

Después de un tiempo de duchas incontroladas, de agua hirviendo, otras heladas, sangrando la piel hasta salir caspa, dejé sin depilar mis piernas, de teñir mis canas. Tiré los vestidos, las faldas, las medias, la lencería sexy, el perfume caro, la colonia barata, el rímel y el collar de perlas. Compré vendas y até con fuerza mis pechos, me mordí las uñas, comí bombones e hidratos de carbono, sin remordimientos, pero con desgana. Me enfundé un vaquero tres tallas más grande, me puse un jersey, un abrigo y corté mi pelo y salí a la calle y al doblar la esquina volvieron a matarme.

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