jueves, 17 de diciembre de 2020

Cabello de ángel

 

Me lo pusiste a huevo, así que comenzaste tú, Reto de la semana. Estaba moviendo la calabaza y pensé en el destino. Veo caer el azúcar. Ella lo tendrá claro; derretirse y darme un gustazo cuando su destino en el cabello de la trucha termine en mi hocico.

¿Qué será eso que espero del destino? “Mañana será otro día” o el mismo día de mierda. Le doy una vuelta al gato verde, así me recuerda cada diez minutos un destino; la cocina; remover la calabaza para que no se pegue, sobre todo si al azúcar le da por abrazarse al fondo del caldero como si no hubiera mañana. Mi destino es hoy: ootro domingo, otra tarde/noche pensando en mañana: mañana comienzo un curso de inglés porque mi destino es aprender de una buena vez a decir yes, sin morir en el intento. Mañana terminaré el puzle de mierda del barca que me regaló hace tres años mi vigésimo tercer ex. Nuestro destino <<es>> mantenernos al whatsapp para recordarnos alguna vez que seguimos aquí, jodiéndonos al  cada cierto tiempo con un cómo estás, Bien, Como todo el mundo aguantando el chaparrón.

Me falta aire. Mucho. ¿Tendré el virus ese de la tele? Suena el gato. Cinco vidas le quedan, ya verás.

Miro mi ropa, ¿de indigente dicen? Tampoco es para tanto coño, da igual qué me ponga, siempre estoy vestida para la ocasión de vivir y para morir no iré mejor. Es hora de hacer caso al gato verde fatiga que ya suena y remover el cabello de ángel.

Miro la tele, el puzle, la cantidad de polvo que tiene, y recuerdo los polvos que… ¡Calla!

¡Desde luego! Qué me importan cuántos caen si pronto me tocará por destino morir una sola vez, removiendo el caldero, maldiciendo el domingo, pensando en el destino tan incierto, en la cantidad de caminos que me brinda la vida y como toda elección es jodida. Debería de existir un punto de partida y llegada, no volverme loca con tantos caminos. ¿Estaré loca? ¡Ojalá coño! Así no pensaría en el destino.

El chat de Facebook ha sonado, ¿quién será?  Giro el gato con ganas de estrangular a alguien. ¿ Y quién quiere hablar conmigo? ¡Ja! Es domingo y me envían una fotografía de dos zanahorias muy eróticas que de tantos años verlas ya ni me ponen. Estupendo, ahora me siento una vieja verde. Como el gato, de verde claro.

Alguien me pregunta que con quien hablo, yo le digo que siga pensando en el destino mareando la cuchara de madera, en el gato, en su ex y la madre que lo parió, y que me deje en paz, que esta vida es una mierda mientras la mascarilla limite mi vida amarrada de pies y manos por no sé qué destino.

¿Acaso quieres morirte? Muérete de una vez tonta -dice tan como es ella; sonriente, fija, rebuscada y remolida como el cabello azucarado a nada de quemarse que le hace la boca agua. Tan Rosy como nunca. Tan franca que me dan ganas de matarla. Como no tengo ganas de morirme, apago el fuego, pongo la última ficha del puzle y miro al gato con malicia atándole una mascarilla al cuello. Escribo una ja, ja, ja en face (alguien será feliz en domingo) Y respondo falsamente a esa cabrona, como adulta que soy, con los pies en la tierra, a su pregunta de por qué no me muero, ¡Porque no me queda otro remedio. 13/12/2020




viernes, 27 de noviembre de 2020

Me tiene

 

Me tiene loquita este tipo con más cara que jeta: él era tan magia y truco, que me confundía la noche con el café. Tan sálvese quien pueda, que me hacía flotar aunque eso significara poner los pedazos en tierra. Tan espejo de este mi lado, que me daba cosilla mirarlo por si se cumplía aquello de siete años de otra vez sin verte. ¿Y ahora?...ahora soy sus pestañas cuando caen, su beso cuando se aleja, la caza recompensas de te quieros que lancé a la espera de que el amor al arte me los devolviera. Soy esos ojos que me desnudan sin ven(ir) a cuento, pero cogiendo mi mano bien fuerte. Y es mi corazón cuando me pregunta “¿Me quieres?” y yo siempre pienso <<cuando deje de gustarte la respuesta>>.

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Tic, tac

 A esta hora exactamente hay una mujer escribiendo mientras un niño está naciendo, o quieta mirando a un espejo… riendo. Justo en este momento hay una mujer limpiando, abriendo un tarro de frutos secos, bañándose, pintándose los labios…pelando papas, afeitando a un hombre, afilando un cuchillo, cambiando una rueda. Ahora mismito hay una mujer salvando una vida, volando a no sé cuantos pies, calculando a cuánto está la última estrella, o el kilo de tomates. Puede incluso que regalando “Cinco horas con Mario” Dictando sentencias, leyendo un predíctor, tomando un respiro, amando como una loca. Quien dice que no habrá una pintando una carretera con tizas, haciendo los deberes del cole de su hijo, calzando tacones, cargando un arma, pensando en mañana, bajando una montaña y tantas otras cosas.

A esta hora exactamente hay un hombre escribiendo mientras un niño está naciendo, o quieto mirando a un espejo…riendo. Justo, JUSTITO, en este momento puede que un hombre esté observando una maqueta para hacer el “Duomo de Milán…” Y puede, y por qué no, que uno esté pensando en el otro con intención de llevarle flores adonde quiera que esté a esta hora.

jueves, 29 de octubre de 2020

TAMBIÉN

 Comenzaré por el final que es como mejor miento. Así nadie me podrá romper en el siguiente olvido. Lo sé. Sé lo que es dejarse la piel en un beso y que no pase nada de nada.

Así que:
Cuando quieras venir a verte, avisa. Verás cómo la sonrisa inunda toda la estancia y los pelos de punta hacen otra fila, y otra fila, y a espera de una caricia montan la guardia.
Así que cuando quieras herir tu mente, recuerda que siempre me alejé con una sonrisa achicando lágrimas. Lo sé. Sé lo que es dejarse el dolor hasta la sequía y que parezca que no dolió la bala.
Sí: en este mi último intento me enamoré hasta las trancas. Y al decir te quiero, al atardecer, sólo el eco respondió con ganas: YO TAMBIÉN, yo también, yo tam… hasta alcanzar el agotamiento, convirtiendo mi corazón en piedra aquel amanecer, que ese día, también tardaba.



miércoles, 21 de octubre de 2020

Tú sonríe

 Cuando vienes a mi mente siempre lo haces con una sonrisa. No recuerdo ninguna fotografía en la que no sonrías. Te llevo de la mano a la escolanía, al cole, a mi casa… o te rescato de Triana antes de que se entere mamá que bailas con Juani para conseguir vuestro primer micro porque tu gran sueño es cantar y bailar. Te pierdo en almacenes Simago y te encuentro donde los discos -qué susto, nunca te lo dije-. No recuerdo a pesar de los años de diferencia que tenemos, mi vida sin ti. Te veo bailando y mostrando tus nuevos pasos. Cuando cambiabas mis letras a tu antojo convirtiéndolas en un disparate que te hacía partir de risa logrando una rima escandalosa. También te veo cuando descubriste aquel verso de Camilo “el pájaro de nieve” y sonrío al recordar la cara de Mari como consecuencia. A Tere de escudo por si acaso y a Ada tronchándose a tu lado agarrado su tripita cómplice de tus perrerías. Preguntando “qué tal lo hago” esperando nuestra aprobación.

Ya te digo: no recuerdo mi vida sin ti. Siempre has estado con esa sonrisa tan tú, y hoy, ¿qué te digo?: que feliz cumpleaños, que la rima del cinco será otro motivo para reír y que me viene la idea de que quizás, hasta fuiste tú quien la inventó. Canta Adán, baila, ríe…ríe siempre hermano. Te quiero



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martes, 13 de octubre de 2020

Mientras tanto

 Dos años hace que se me murió un poema, y -¡qué cosas!- soy yo quien reza un nomeolvides... Hay una epístola que reza -sentencia de mi mala suerte- <<El día que no escriba dejaré de quererte>>. Mientras tanto sonrío a todo lo que sigue sucediendo cada vez que sueltan a la luna.

viernes, 2 de octubre de 2020

Estado de grito

 Aquel aroma se fue metiendo por mi piel…por mi sangre hasta los huesos. Entonces comenzó a mezclarse con el olor de la soledad y la tristeza… Ahora huele a te echo de menos, pero te juro que no soy yo. Yo tengo un aroma estable dentro de la gravedad.