miércoles, 28 de junio de 2017

Misión cumplida

Saltó a tierra tras degollar a la tripulación. El segundo de abordo fue en morir el primero. Al contramaestre lo dejó para el último. Las huellas que iba dejando por la arena  permanecieron hasta subir la marea, borrando el rastro de su pie y el arrastre de la pata de palo. No había  nadie. Una bandera azul deshilachada otorgada en 2017, le sirvió para arroparse. El barco holandés con bandera negra quedó a la espera. El mapa marcaba una equis señalando la Montaña de Ajódar. Ahí tenía que dejarlo y desaparecer sin hacer preguntas. Durmió en la playa y antes del amanecer emprendió el camino para cumplir su cometido. En la falda de la montaña abrió un hueco en el suelo, enterró un cofre, escupió con rabia, sacó de su faja un cuchillo ensangrentado, cortó un mechón de su pelo y lo quemó todo junto con el mapa. Cubrió el hueco. Desandando el camino regresó a la playa. Se desnudó y se lanzó al mar perdiendo la pata de palo, suspirando por el contramaestre. Ahí en las profundidades la esperaban sus hermanas Custodias de aquel sitio, al que ella ltodavía llamaba “Santiago de los Caballeros”.


viernes, 16 de junio de 2017

Carne, huesos y tú.





Mira que me lo advirtieron. Anduve tras sus pasos. Le busqué en las calles y en sitios malditos. Creí tenerle a mis pies, pero andaba en busca de sumar otra, a su larga lista de estúpidas. Bastó un te quiero para que me rindiera. Cada gesto, cada suspiro, eran anotados a fuego en mi pecho, recorrían mi carne, mi sangre, sin darme cuenta de la burla entre sus piernas. Dibujé corazones en mis sábanas  de un hilo cualquiera y como una cualquiera me sentí en cada despedida de excusas tramadas. Mira que me lo advirtieron. ¡Maldito caso! Busqué una salida, barrida por la tristeza, a esa telaraña en la que estaba atrapada: Su piel; cementerio de desamores. Sus ojos; falsos epitafios que con lástima leímos todas. Su boca; veneno sin antídoto en la mía cerrada, abierta a su lengua  sin defensa. Entonces asesiné mi sutileza, la calidez de las caricias, los besos hasta hinchar los labios, los orgasmos hasta mojar la cama y me concedí el premio a la mejor actriz. Ya no busco unas manos que me sostengan, ni un amor que me tenga entusiasmada. Parpadeo,  se alejan y les tiembla la voz y lo entiendo, ¡claro que lo entiendo! Porque he aprendido a jugar sucio para que nadie olvide que soy de carne, pero también de hueso.

jueves, 15 de junio de 2017

Yo amo. Tú amarás.

Desde que te conozco supe que ya te conocía de antes. No idealizo ni maldigo por estar equivocado, porque no me equivoco. Lo sé. Seguiré intentando que sientas lo que yo siento, cómo de repente un verbo se convierte en todas mis conjugaciones mientras tú me respondes con pasados imperfectos, futuros inciertos y presentes negados.



viernes, 9 de junio de 2017

Yerra

"Yerra" Nunca antes las palabras tomaron tanto significado. Algunas  quedaron fuera de contexto y me volví loca armando el puzle de una frase que no entendí, o más bien no quise entender. Algunas palabras me hicieron llorar, otras reír. Tantas otras se dispusieron ordenadamente como por arte de magia aliviando hasta el olvido. Ahora regresas con la más grande entre tus labios pero olvidas, que grabaste a fuego la peor de todas; “Adiós”.



miércoles, 7 de junio de 2017

Palestra

Te reto
Yo escribo sin remitente  y tú dices te quiero.
Tú saltas la barca y yo soy el barquero.
¿Más claro? Espera que comienza el juego:

Pongamos que yo alquilo el apartamento y pago las rentas, mientras tú pares a tiempo a los hijos por los que revientas.
Tú me esperas ignorando que las horas extras se pagan tan baratas, mientras yo malgasto en otras camas el dinero de los dos.
Tú improvisas besos por si acaso y yo te busco vengándome con un ataque de tos.
Tú compras sábanas que no estrenaremos nunca y yo me la juego a perder el aroma de los polvos que me negaste.
Yo me quedo con el don de ser absurda y con una sola neurona y tú sales victorioso cuando firmemos en blanco ese jodido divorcio.

Tú envejeces mientras yo maduro, ¡o mejor!; nos miramos seriamente a la cara a ver quién revienta antes.