martes, 30 de enero de 2018

¡A propósito de olvidar!

Me he acostumbrado a soñar despierta a olvidar despierta. Sé que lo volveré a hacer; soñar cuando quiera y olvidar desde que quiera y no es la primerita vez. Controlo tanto lo que sueño como a quien olvido y me va bien. Me he propuesto olvidar a alguien que no sabe ni que estoy aquí y le tengo tan cerca… No sabe que le sueño cuando me da la gana y le olvidaré de la misma manera porque ya me sé el ritual. Como dije antes, me he acostumbrado a soñar despierta a olvidar despierta, aunque tarde toda la vida, porque de mis pesadillas no soy dueña.

miércoles, 24 de enero de 2018

Poetas de siempre...poetas de ahora

El poeta está triste y no vela mis sueños
se quedó dormido al borde de un verso
 y yo le esperaba para dormir mis desvelos
cerrando los ojos con los brazos abiertos.
Dejó en el camino escrito un deseo
que España se escuche y no sea solo un eco
como eco es la muerte en nombre de los celos
como eco el trabajo que mendiga el obrero
como eco es la ciencia, la salud y el pan nuestro
como eco son las casas de las familias sin techo
como eco es el canto de un duro aunque hoy se llame euro
como eco  es ver en las calles las filas de los hambrientos
como el eco es la Carta Magna
el filósofo…
 y él…
y sus letras
y el “pido la palabra”

condenados al silencio.

lunes, 15 de enero de 2018

Creciendo

A dónde se fue mi inocencia y todos sus abalorios.
A dónde fue a parar la niña de fuego, apagada por la lluvia, echa un charco que pisotean los niños en sus juegos, seca por soles de rayos engañosos.
De lo aprendido aprendí, que nunca explota el chicle en la cara si no soplas.
Que puedes soltar el globo cuando quieras.
Que por chuparte los dedos no dura más el algodón de azúcar.
Que la tapa del yogur te puede cortar la lengua.
Que quien dice la última palabra es el primero que calla.
Que nunca estoy sola porque hay una desconocida aquí que llora buscando mi consuelo, a la que le susurro con voz de hada –sigue adelante- y de la perreta se queda dormida en su territorio.


domingo, 7 de enero de 2018

El destino de las miradas

Nuestras miradas se cruzaron como dos tontas desconocidas que no podían apartarse por más que lo intentaron. Tus ojos subrayados con agua y sal parpadearon. Mis párpados no querían cerrarse y ya sabemos lo que pasa ante eso. Yo venía de otra cama como un animal herido y tú estabas agotada de intentar dominar ese refugio que hiciste en el rincón de la tuya. Nos quemó tanto la impaciencia que en aquella orilla, solo se escucharon las olas de nuestras manos revoloteando por nuestros cuerpos. Dos bocas rotas de sal se emborracharon a besos mordiendo las rocas, rozando entre algas sus mariposas. Fue ahí donde sucedió todo, a la orilla de tu nueva vida, amándonos como locas hasta que bajó la marea, y luego amaneció.

martes, 2 de enero de 2018

Año nuevo, misma vida


<<Es costumbre despedir a la bestia como si de un héroe se tratara. Brindas salud ante todo, mientras el eco de la calderilla resuena en un bolsillo vacío. A las doce volverás a ser quien eras buscando la luz entre quimeras. Odias todas las cosas que se suspendieron por exceso de deseo. Puede que el destino sea una coartada sigilosa, la excusa perfecta de lo que nos depara. Ignoras el futuro y escoges el amor como alternativa>>. 

-Estaba deseando verle desaparecer y que el verdugo cumpliera su cometido sin clemencia, sin compasión. Era culpable de toda crueldad y sonreía como un viejo e inocente anciano, desde los cuartos, recibiendo vítores como aquel César de la era tardorrepublicana, y como César iba a terminar. Recordado, repudiado, pero jamás olvidado, porque dejará fechas de no natos, finados y nuevos miembros de la sectaria enfermedad. Claro que nadie es consciente de que su sucesor, lleva su misma sangre.

Foto de Saro Gutiérrez Cárdenez

"Es"

Yo escribía para ti y era como echar alcohol en mis heridas. Solo querías mi amistad y tenía que quedar claro. Más claro que en mi poesía que por contraposición y viceversa, se entiende a conveniencia de cualquier corazón.  No era un castigo por marcharme. Era la vida. No podía ser de otra forma. El juego consistía en; pierde quien se enamora antes… y casi me acostumbré a perder polvo a polvo.
“Si no soy yo, será otro” dijiste al  despedirnos y a mi vuelta, exhalé a quien perdí y nunca tuve, sin un atisbo de resignación. No dejaste que me fuera lejos como yo quería y  me alejaste lo suficiente para que me quedara. Así me convertí en esa otra que te espera… siempre un minuto más tarde. Cerraste todos los caminos y dejaste una senda que atravesé, sola; esperanzada a la ida y sola; dolorida a la vuelta. Te quedaste lejos, tan lejos que todo se quebró frío y con sabor a poco. Tan poco que  ni este corazón pequeñito se llenaba; ni tú te decidías teniéndolo claro ni yo quedaba satisfecha tras decidirme. Cualquier indicio de volver al lugar del que partimos lo desechabas con eso de “Tranquila chiquilla mía. Si no soy yo será otro”, entornando tus labios para volver a nombrarla y recordarme que ya lo habíamos pactado y eso es lo que había…

Hace unos días comencé a escribir para otro, y vas y me dices, que los castigos no son siempre merecidos, que me gusta echar alcohol en tus heridas. -Tranquilo chiquillo mío. Si no eres tú “es” otro. Así que déjame mostrarte mi imperiosa gratitud y decirte que la contraposición y el viceversa, no solo funcionan en poesía.