martes, 25 de abril de 2017

Indulgencia

Me pidió rezar entre sus piernas y le enseñé mi cara de esclava del asombro. Claro que se asombró de que me asombrara. Ya luego se dio cuenta del engaño, pero era tarde. Rezamos a la vez y se nos concedió el deseo.


domingo, 23 de abril de 2017

Te escribo:

Puedo escribir sobre ti y en este día 
describirte una noche y una luna
 diciendo que eres tú 
por quién mis dedos se deslizan.
Tú, 
quien ocupa los espacios que dejaron los olvidos.
Puedo también escribirte
cuando poco a poco fuimos uno,
cuando dos en la distancia acortan el camino,
y pedirte que allanes con tu mirada mi soledad,
con tu sonrisa mis miedos,
con tu paz mis desvelos,
con tu amor mis consecuencias.
Puedo escribirte si quieres
pero hoy,
paseante de mi anecdotario,
pastor de mis pecados,
quiero expresarte un te quiero
con mi voz,
si te atreves a recordarla.

 Dos palabras tan sencillas,
como sencillo es escribirlo.


Tantos de esos.

He leído libros que me han roto el corazón y otros que unieron todos los pedazos. No los perdonaré, o sí, por recordarme que ando rota o a remiendos,  pero jamás  olvidaré a esos malditos poetas.


jueves, 20 de abril de 2017

RETO: RADIO TOMATE CEPILLO 26/11/2016



Al llegar al parque conecté la radio y comencé a correr, despacio, observando, vaciando la mente y concentrado en mi respiración. Era la primera vez en mi vida que me daba por hacer deporte. La vi desde lejos. Llevaba gafas de sol a pesar de estar el día nublado, un enorme bolso rojo colgado del hombro que dejó caer lentamente hasta descansar en el suelo. El corazón se me puso en un puño al verla inclinándose para precipitarse al vacío. 
-¡No lo haga! -grité mientras la agarraba fuertemente contra mi cuerpo.
-¿Qué hace, pero qué? Por el amor de dios qué susto me ha dado. Sólo iba a tomar unas fotos con mi móvil y quería calcular desde qué punto para que salieran mejor.
-Lo siento, pensé que.
-¿Qué pensó, que iba a suicidarme?
-Sí, lo siento. ¿Le gusta la fotografía? -titubeé. 
-No estoy segura -respondió.

De repente carcajeó y se quedó mirando no sé adónde, ya que continuaba con las gafas de sol. Ante la duda me quedé con ella mirando desde aquel puente el andar del río. Estaba tan callada que comencé hablando del tiempo y terminé por contarle la historia de mi ex, porque hoy día casi todos tenemos un ex, y no se me ocurría otra cosa, aunque podría haberle hablado de lo cara que está la cesta de la compra, pero sabría que soy algo desastre y que me dejo estropear en la nevera todo. Hoy por ejemplo, lo único que dejé útil en espera de ser utilizado fue un tomate. A lo que iba. Le conté así sin más la cantidad de años que perdí por pensar que estar con ella, con mi ex, no se me pierdan, era infinitamente más soportable que estar solo. Luego comencé a contarle la otra historia, la de mi trabajo y di un parón en seco  al dame cuenta que ella solo decía "sí, no, te entiendo" a todo lo que yo decía. ¡Me estaba escuchando sin conocerme de nada toda aquella cantaleta! Así que le dije:
-¿Te apetece tomar un café, un refresco, algo? Llevo más de una hora hablando de mí y no has dicho nada-.

Ella se inclinó a buscar el bolso que aún seguía en el suelo. Yo se lo acerqué rápidamente, pecando de caballero, lo abrió, sacó un cepillo de pelo pidiéndome que lo mantuviera y luego  una especie de palo de selfie, presionó un botón al tiempo que  se colgaba el bolso. Entonces vi que  se alejaba mientras tentaba por el suelo un bastón. Se alejó unos pasos y se giró sonriente diciendo:
-¡Qué! ¿Te vienes a invitarme a ese café? -Ofreciéndome su brazo.
-¿No dijiste que ibas a sacar fotos?


Se alejaba a paso lento esperando a que yo me acercara, pero me quedé pegado al cepillo del pelo mirando el río, la altura, el suelo y corrí, corrí como nunca a su lado.

miércoles, 19 de abril de 2017

La que fuera

He perdido a la que érase una vez que fuera y hoy… hoy  soy la que soy. Soy  la que te saluda y hace por ello una fiesta y tras despedirnos,  vuelve con el aliento entrecortado olvidando cómo volver a casa. Pero vuelvo. Siempre vuelvo.




martes, 18 de abril de 2017

Soy loba

Soy loba que camina con los pies en el suelo. Ninguna tormenta viene a traición ni por la espalda. Babeo en defensa propia ante la sequía. Mis huellas casi imborrables me hacen andar al acecho de la bestia. El cielo me ampara al alba, me oculta al ocaso y amenaza a la guadaña que sin compasión me busca sin dar tregua. Soy loba que camina con los pies en el suelo, porque confío ciegamente en el cielo. 

sábado, 15 de abril de 2017

Envidia

Se alimenta del morbo de humillar regocijándose y alardeando sobre ti y tus logros hasta el mejor de los extremos y por contraposición, resalta tus defectos como el peor de los males. Te abraza diciendo que es por tu bien, tu amiga, y te convence de que ayuda en tu camino a mejorar, escorándose en tus hombros para intentar que caigas de rodillas. Te besa como un Judas  haciéndote protagonista del amor que te profesa. Está demasiado pendiente de ti y de que no estés en los mejores momentos con  excusas como: “debes descansar, cuidarte o no era para ti”. Charlatana de frases hechas que adopta como propias haciendo públicos sus mejores consejos de qué “debes” hacer con tu vida. Alardea de ser transparente, sincera e imperfecta como defensa de sus actos, pero no soportan la crítica. Se siente atacada, pide perdón, falsamente, pero te la tendrá jurada. Sus lugares de acción son públicos. Cuando está contigo a solas busca tu confianza, sabe que tú jamás la traicionarás, pero empleará cualquier cosa que digas o hagas en tu contra para poder sobresalir con la excusa de que es broma (por ponerte un ejemplo) Si conoces a la Envidia aléjate, si no te queda otra que estar cerca es hora de que le plantes cara. El envidiado sabe hacerlo, solo hay que dar un paso.