miércoles, 23 de noviembre de 2016

Ahí queda eso

Creo que las letras cometen un enorme error cada vez que intentan explicar en dolorosas frases qué se siente, qué duele o a qué olía, por poner un ejemplo, en cualquier instante descrito. Qué fácil culpar a las letras y no al que escribe. Lo mismo sucede con el cine o cualquier tipo de arte y por lo tanto, generación tras generación escribimos sobre lo mismo, intentado describir todas esas emociones y sensaciones sin quedar del todo satisfechos, conjugando de infinitas maneras las palabras aunque nos remitamos alguna vez a ciertos eruditos del arte para simplificar lo que queremos mostrar. Partiendo de esa premisa, escribo.

23/11/2016 Rosy Robayna C.

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