Ay, cuando anunció la
telebasura que se creó una criatura, y también el canariasiete que si lo dicen
ellos, será verdad o mentira, como
cuando murió Chanquete.
Y me pilló de sopetón
esto de estar confinada, ni una Bíblia en toa mi casa. Sólo el libro de Dalí y
el cine, el que se desdibujaba.
Llamé corriendo a mi
hijo, Anota bien por ahí: azúcar y gofio de millo, manzanilla, vino y un
paquete de maní. ¡Ah!, y otro de papelillos. Trae agujas, una muñeca. Sí, yo sé
lo que me digo. Y lleva de paso a tu abuelo, la jarra de caramelos que no le
dejarán salí.
Con la misma que
colgué llamé al cura de mi barrio, por si había algo que hacer, Si no me da la
comunión, maldita sea mi hora, deme la extremaunción, que si el diablo está
Casado llegará antes el hambre que el virus que sale en la tele.
Mi hijo vino con vino,
pan, leche y azúcar, una harta de papel pal baño, como pa´ tupí un retrete. Una
table, un portátil, velas y hasta cerillas, fósforos, tú ya me entiendes, por
si la cosa pintaba más que mal, jodiila, y había algo que alumbrar, Ma: no sé, cuatro paquetes de velas por si La farola del mar.
Y dijo con mucho pesar, Mamá, mira, ve al golpito, así se maneja el guasá, el yutú, el LABC y el istagran…
Y dijo con mucho pesar, Mamá, mira, ve al golpito, así se maneja el guasá, el yutú, el LABC y el istagran…
También me aconsejó mi chiquillo, que en el veinticuatro horas, leyera como si se tratara de
hacienda, muy bien la letra pequeña, que resumía al dedidllo el caso de la
pandemia.
Así que cancelé mi vida
por esto del ufo o el virus, a saber qué coño ha sido, y logré con mucho apuro,
hacer una vídeo llamada.
-Chicas que no nos
morimos, si rezamos yo confieso –advirtió
la Magdalena.
<<Malamente empezamos>>
pensé atándome el pelo con un noris del dos, o el cuatro, mirando en la
televisión a un tal; no sé qué Simón, que tenía toas las papeletas pa´ ganarse
cielo y sueldo, que daba el listado de muertos y hablaba de los contagios, como
pa´ mí sola, sin batiburrillo ni cantaletas.
-Con eso no vengas con
eso, que al del Soe preocupa´o, se le viene España encima -dijo la Mariacristina
con la manita en el pecho fingiendo estar compugida.
La fogalera de Marta,
viendo La que se avecina, gritó, Pues que tiren de la manta. O mejor de la
cortina.
Magdalena apunto de
lágrimas, con un rollo de papel, se iba sonando los mocos interviniendo otra
vez:
-¿De qué cortina me
hablas? Estás como una caracola. Si ahora en la fase dos, me plantan un listón
negro que me causa depresión. A la hora de la novela, durante to´ el
telediario. Si ya veo el noticiario más negro que el carbón, y encima no entiendo
na´ del politiqueo del corazón.
Y así, sin darnos
cuenta, entramos en discusión, Que si asesino, que si once eme, que si sí, pero
era no.
-Fuerte lío están
montando, si ésto no hay quien lo entienda, -dije más bien como pude porque el
guifi, o lo que fuera, fastidió mi conexión.
Retomando la llamada
la cosa andaba escaldada.
-Nos ataca una
pandemia y estos pierden la razón -negaba con la cabeza la Marta en su
explicación.
-El tino, pierden el tino,
echando en cara que nunca el agua convirtieron en vino. ¿Tú qué dices, estás
conmigo? repetía Mariacristina, nuevamente compugida, alzando menos la voz.
-…
-¿Yo? vaticino lo peor
-sentenció la compugida.
-Ya salió la
enterailla -cómo odio a las profetas-, hágale caso al Illa y no al de más cara que jeta –dijo la
Marta muy seca dividiendo al grupo en dos.
-Dios me asista, dios
me asista, que hasta dicen los de ciencias, Tres horas de digestión por cada
una de noticias -decía la Marta aterrada mirando el televisor.
-¿Dios te asista? Si, Señor: que sea con mascarilla que si seguimos así, volvemos a la peseta -se reía la
Magdalena entre tripa y corazón.
Con mucho susto en el
cuerpo leí la letra pequeña que mi chiquillo me dijo:
-Ay que me da una
perreta, que dice el veinticuatro horas que graban las videollamadas con detalle
y precisión.
- ¿Por si hay un golpe
de estado?- Preguntó Marta asombrada.
-Será por la ley
mostaza y la falta de educación –respondió la Magdalena con una fuerte
convicción.
-O será que se queja poco ese de la oposición -dijo Marta
asombraíta pensando en perritos calientes.
- Hasta mañana mi
gente –dije- Mañana será otro día que ya estoy sin batería.
-…
Y la cacho
conversación sin querer quedó grabada. Jodida vídeollamada. ¿De ésta iremos a prisión?
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