Quise ser como tú, imaginando
lunas, bajándote de la Cruz a un asfalto de colores buscando al príncipe azul,
entre Dramas y Caballeros, Señoras y Dragones.
Me enamoraste a posta, a traición
y cara a cara, y ahora me siento presa de tus verdades tramadas.
Tú me lanzas al infierno de
guerras y sufrimientos, se te antoja el río de Hades y no escuchas mis
lamentos, mas me devuelves al cielo sin
retomar el aliento.
Amas como nunca amé, matas
sigilosamente, lloras de alegría y rabia, te apoderas de mis dados y siempre
salen a tu suerte.
Vivo viviendo en ti de la cabeza
a los pies, enredada entre tus sábanas, lamiéndote las costillas con pasión
desesperada, abriendo mi corazón por esa inspiración coqueta de compasión
disfrazada.
Sí, quise ser como tú y aquí
dejaste en herencia la carga de ser poeta que para mí es osadía.
Sí que regalas paz, sí que pintas
armonía, (mas) yo te maldigo poeta, yo te amo poesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario