miércoles, 2 de agosto de 2017

La herencia.



Quise ser como tú, imaginando lunas,  bajándote de la Cruz a un  asfalto de colores buscando al príncipe azul, entre Dramas y Caballeros, Señoras y Dragones.
Me enamoraste a posta, a traición y cara a cara, y ahora me siento presa de tus verdades tramadas.
Tú me lanzas al infierno de guerras y sufrimientos, se te antoja el río de Hades y no escuchas mis lamentos, mas me devuelves al cielo  sin retomar el aliento.
Amas como nunca amé, matas sigilosamente, lloras de alegría y rabia, te apoderas de mis dados y siempre salen a tu suerte.
Vivo viviendo en ti de la cabeza a los pies, enredada entre tus sábanas, lamiéndote las costillas con pasión desesperada, abriendo mi corazón por esa inspiración coqueta de compasión disfrazada.
Sí, quise ser como tú y aquí dejaste en herencia la carga de ser poeta que para mí es osadía.

Sí que  regalas paz, sí que  pintas  armonía, (mas) yo te maldigo poeta, yo te amo poesía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario