martes, 21 de julio de 2020

EL GOLPE NO ES LO QUE DUELE


¿Alguna vez lo hiciste?, –quererme digo-, con tu maravillosa declaración de intenciones al recorrer mis escotes diciendo, Calla, No te vistas así. Te quedarían mejor menos flores y ese verde cámbialo por gris, ¿Qué ola se atrevería contigo si te amo y bendigo, en las horas de luna de hiel?
Llenaste mi cuerpo de semáforos morados. Formaste un escándalo de tejados matando mis alas. Volabas en fuselaje entusiasmado. A mis hijos, los sentenciaste en otra dirección dejando estéril lo que ni disfrutaste a tu paso, arrancándome la piel para tu ego de un rato. Redoblaste mis esquinas en nombre de tu único y mísero nombre vendiendo sin farolas muerte en la vía recta. Aprendiste a no disculparte y culparme cada vez que las tormentas te alcanzaban. Olvidaste que lo imposible también es necesario…y ahora que ya es tarde, me toca recoger mis raíces. Tomar otro rumbo.
Me falta aire criatura Voraz y Veraz. Arma de destrucción invasiva. Naufrago, que esconde su basura por mi órbita.
Estoy a nada de sacudir tu rabia, placa a placa... de volver al desierto a llorar y llorar.
Puede que mi único defecto seas tú.
¿El golpe no es lo que duele? Dime:
¿Mereció la alegría?
¡Ay! Jamás negaré el breve vivir de los mortales. Cualquier martes a medio día.

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