sábado, 28 de diciembre de 2019

Campaña sobre campaña. Los inocentes.


Nadie está exento de caer en el abismo del desconocimiento. Cuando alguien me habla de aquellos porros de los sesenta me entra una especie de recelo por cómo cuentan su primera vez, aireándolo de una forma natural y añadiendo que fue solo una experiencia que, después de un viaje a no sé dónde, no le llevó a ninguna parte. Anoche en una terraza el olor a porro, que por cierto cada vez huele peor, a saber qué le ponen, inundaba el ambiente navideño y frío de la C/ Cano. En la mesa de al lado unas jóvenes se tomaban un, un, un… a saber qué bebían y fumaban… el porro de turno. “Yo para ser feliz quiero un camión” 
Las campañas publicitarias nos inyectan qué comer, beber, vestir, conducir, qué medicamentos tomar o qué compresas o preservativos utilizar etcétera; dicen que funcionan. El consumismo es nuestro pan de cada saldo en nuestras cuentas, tanto bancaria como vital y nadie está a salvo de ser absorbido por un producto que generalmente no es necesario y es nocivo para cualquier salud mental o física. <<Nos cuentan una milonga y yo sigo pensando si tendré que utilizar una crema para hemorroides, más una compresa anti-retenciones y una pasta para fijar mi dentadura, y si sabré diferenciar, en su momento, si el gel del calor o del frío son realmente necesarios y me estoy perdiendo unos polvos increíbles por ignorante (coño)>> ¿Pero qué pasa con las campañas en contra de las drogas que en cuarenta años no han hecho efecto? “Cuando alguien me habla de aquellos porros de los sesenta…” ¿No funcionan, tenemos la misma mentalidad, según nos convenga, que en los sesenta y se salvarán, en realidad, de caer en la tentación los que solo buscan una leve experiencia? ¿Son pésimas las campañas contra las drogas y los inocentes siguen cayendo sin remedio por desconocimiento? Yo propongo desde ahora el día mundial sin publicidad, a ver si somos capaces de sobrevivir. ¡Por cierto! ¿Son buenas las campañas de antigripales? No tengo ganas de discutir – tampoco se me vuelvan locos-.

sábado, 21 de diciembre de 2019

Feliz Navidad


Ahí llegan. Me gusta observarles. Ella es una coqueta que jamás sale a la calle sin pintar sus labios de rosa y él, un galán cariñoso que la lleva de la mano con el orgullo que tiene el sol cuando se despierta. Siempre tienen algo de qué hablar. No entiendo cómo siguen juntos después de tanto tiempo, ni cómo consiguen que, yo, acuda cada año a esa cita.
-Pero mujer este hijo nuestro…
-Cariño: los hijos son para toda la vida. Dios proveerá.
-No me vengas con esas. Cada cumpleaños sucede lo mismo; la casa llena de gente. Y para colmo se me parte el alma al comprobar con las ganas que esperan algunos un simple plato caliente.
-¿Crees que a mí no?
-Mira, me… me niego. Lo siento. No soporto a los que vienen con el corazón lleno de rencor y extrañezas buscando pesebres. De esos te encargarás tú.
-No todos son así cariño, y lo sabes. Hablaré con el niño.
-Con tu hijo hablaré yo. ¡Acabáramos! Cada año igual. Monta todo esto para luego…
-Para luego, ¡qué! ¿Qué? –dice ella, con la voz rota y siente que “…una espada le atraviesa el corazón”.
-Para luego matarnos de pena, María.
-José: Es el cumpleaños de la fe. Él, sabe lo que hace.


jueves, 19 de diciembre de 2019

Se dice así...¿No?


Amarnos es desarmarnos haciendo caso a ese aviso sin derecho a voto, ni voz: <<Por sobrecarga de sed toque dentro de cero coma cero segundos>>. 
Deshacer la cama de la peor forma para que sea de nuestra mejor talla de tu cabeza a mis pies. Chocar nuestras bocas derribando las lenguas como si fuera la última vez antes de que se corra… el tiempo. Es… como el arte esto de amarte; construir de dos pieles una sola y descubrir  que a la soledad le queda sexy como vestido de última hora.  Así, amarnos es atrevernos, de una manera inexplicable, a vivir sin importar(nos) jamás las consecuencias de no volver a ser uno mismo…o dos.
Pues eso, sólo eso…que… amar, es sentir que siempre que te alejas me falta un beso… Se dice así… ¿No?

lunes, 16 de diciembre de 2019

"Apunta adonde duele, que todo estará bien"

"Apunta adonde duele, que todo estará bien" #Ediciones Aguere/Idea# Ya la tengo aquí, a mi lado. Para mí es de esos momentos en los que siempre digo: <<No tengo palabras... pero deberían de existir>>. Mi primera novela.


domingo, 15 de diciembre de 2019

De momento.

De momento he pasado de mirar un libro para pintar desnudos a otro para pintar letras en cueros.
De momento y con cariño cotidiano, observo el cuchillo que un día sirve para justificarse cortando el lomo de Córdoba decorando el plato y otro la respiración los días que la luna sale del lado equivocado.

De momento -y por ahora- la sombra que me acompaña va cantando villancicos y adorna este mi viejo árbol, como quien toma por su cuenta un tubo de vitaminas, con bolas de navidad.
De momento, y no me crean tan cobarde, tengo planeado reírme en la cara de la tristeza y decirle al oído palabras que enamoran, porque sé que si se fuerza el gesto,terminará ganando.


sábado, 7 de diciembre de 2019

¿Sabes?


 Y en mi defensa diré que fuiste tú quien me escribió primero. La inspiración llegó contigo convirtiéndote en la víctima perfecta. Quisiera entrar en uno de mis poemas y ahogarme en ti, pero estoy sentenciada a nadarte entre letras porque no tienen lo que se precisa.
¿Sabes? me cae muy mal la chica que responde diciendo que el número al que llamo no existe… Será que descubro que soy transitoria con el alma en vilo al ver que no me llamas. Aquí, en este lugar tan común llamado sin ti, he conseguido que el día dude de si es de noche, y será que no quiero dejar de escribirte en mis sábanas rotas de tanto te quiero.
  Sigo como si estuvieras; tomando leche con café, leyendo libros del revés –yo, no ellos-, escribiendo a las paredes suspirando tu, Tan tú. Diciendo: estoy bien, estoy bien. Sintiendo que es tu sombra la que me viene a la idea penetrando en silencio como lo hacen las horas.
 En mi defensa diré que fuiste tú quien partió primero, y que le voy a presentar una reclamación a esa operadora antipática que habla como una cotorra y no me pone en contacto con el cielo.



martes, 3 de diciembre de 2019

No, no matarás


Hoy lancé una rosa al mar, y mientras se alejaba  a buscarlo recordé, que no era yo quien se ahogaba ni él quien se quería salvar.
Me olvidé hasta de escribir. Subida a aquella tabla  como quien hace alpinismo y planta bandera al llegar, escribimos con arena y un viento huracanado: No, no matarás.
Lo hicimos… rugiendo como el mismo mar. A contracorriente los ojos. Las miradas al azar. Con los brazos en cruz, sintiéndonos flotar.
-Tócame -dijo- como burbujas de sidra entre abrazos, a brazadas, que estoy cansado de nadar.
Mi boca, propensa a marearse, se aferraba a su boca como a un remo, y en la embestida dos olas chocaron con delirio y fuerza a ver quién lamía más, hundiéndome en un abismo donde olvidé respirar.
Luego, exhausta en la orilla mojada después de llorar, envuelta en espuma  y escamas, y las caderas saladas más allá de las burbujas, a aquel madero a mi espalda le atravesé mis uñas al leer que al otro lado él me clavaba un anzuelo: Criatura: lo tuyo siempre será escribir.

Hoy lancé una rosa al mar pero dejé las espinas y un mensaje en la botella: “Lo tuyo siempre será nadar.”