sábado, 29 de julio de 2017

Fiel de profesión

Qué fácil ha sido quererte. Me lo pusiste a huevo. Ni un tira y afloja. Un no pero sí.
 He agotado todas las posturas, los besos y salivas, conozco tu cuerpo con las piernas abiertas y los brazos cerrados, con los ojos cerrados y la boca abierta. Trato de ser de los dos la más fuerte, por esas promesas de lealtad que hicimos, de comer en la cama y hacerlo en la mesa. Pues eso; ahora que muerdo la almohada y me limpio en otra servilleta que huele a mentira,  me falta el valor para pelear por mí.



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