sábado, 21 de octubre de 2017

FILÓSOFO, VOLCÁN, BURDEL Y TIGRE



Pidió un coñac y cambié rápidamente de butaca. Todos pedían ron, cubatas o un gin, es la moda, e incluso una botella de un caro y asqueroso cava. Por una vez me permito elegir al tigre. Hace años que no voy a por un tigre. Siempre me eligen filósofos que se lucen de tener un volcán entre sus piernas olvidando qué tenemos las mujeres entre las nuestras. Le pedí fuego pero no fumaba. Toni, el dueño del burdel, acercó el mechero celoso de mi actitud. Eso significa que llegaré dolorida y amoratada a casa. Siempre son ellos los que eligen y hoy me permito elegir ese coñac, porque sé que un hombre que bebe para olvidar, se pierde hasta saciarme, en la herida entre mis piernas sin curar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario