Poseo el tenedor más limpio de mi cocina. Era lo único que
había en el fregadero desde antes de ayer o yo qué sé. He mirado al suelo solo
un instante, un doloroso y jodido instante
y se me ha hecho la tarde. Así que me he puesto las pilas y en tan
grande arrebato de querer olvidar, limpiar y limpiar y limpiar y no perder el
tiempo, mocho en la mano derecha, goma en la izquierda, me propuse limpiar toda
la casa y borré todo lo que escribí. La goma quedó en mis labios mientras mis
dedos jugaban con esas virutas que se esparcieron como cenizas al mar por todo
el escritorio. Puede que pasado mañana me dé por barrer las que cayeron al
suelo, pero primero voy a pasar el lápiz
por encima del relieve que quedó en la libreta. Mierda de goma. Ni sé qué hora
podrá ser…hace calor… y tristeza… y ya amanece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario