Malamente
empezamos –pensé-, pero por cortesía no le dije nada y por cortesía trajo la
botella, y seguro que por cortesía o por pensar que era una broma no dijo nada
a mi respuesta cuando le invité a cenar y me preguntó si traía algo y yo le
respondí que una cruz y una estaca…se lo tomaría a broma porque apareció con
una botella de vino de Tenerife y ni rastro de lo que le pedí.
También me dijo que no tenía en realidad mucha
hambre mientras me daba un beso con sabor a cola cao -groso error no lavarse los dientes, no soporto a un hombre sin higiene dental, y otras malas higienes-. Pero yo tenía un hambre increíble. Me devolvió el libro “Los Navegantes” –sin leerlo, eso se nota-. Me lo pidió con la excusa de volverme a ver en realidad. Un libro de tantos que está en ese grupo -último estante a la izquierda junto al álbum de fotos de familia-, en los que seguro que lo poco que sé de la vida ya está contenido en ellos y bien redactado.
hambre mientras me daba un beso con sabor a cola cao -groso error no lavarse los dientes, no soporto a un hombre sin higiene dental, y otras malas higienes-. Pero yo tenía un hambre increíble. Me devolvió el libro “Los Navegantes” –sin leerlo, eso se nota-. Me lo pidió con la excusa de volverme a ver en realidad. Un libro de tantos que está en ese grupo -último estante a la izquierda junto al álbum de fotos de familia-, en los que seguro que lo poco que sé de la vida ya está contenido en ellos y bien redactado.
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