domingo, 27 de enero de 2019

Miedo al miedo


Alguna vez te recordé pero no te eché lo suficiente de menos. Mira que el amor no revive a los muertos aunque te devuelva el eco y retumbe en un sentido único latiendo a tu lado.
Hay cosas que quiero que sepas; primero y por último, que he sido feliz sin ti. Que me he vuelto adicta a las metáforas y por lo que veo,  tú sigues siendo el Rey de las indirectas. Sobre ellas podría escribir cien vidas, como quiero hacerlo sobre tu pelo negro rayado por el tiempo, o esa seguridad que tienes  que me hace temblar cuando  me abrazas de la manera que he esperado siempre y todo hace clic en nuestra piel si yo  escribo en tus labios y tú me lees en la lengua. Solo tú has sabido que mi punto g está en el oído y yo que el tuyo está haciendo manitas con mis poemas justo ahí, entre tu espalda mi pared.
 Así que desde hoy me reto a que “si algo me da miedo lo haré con miedo” Tú me lo das, y aunque me tiembla el pulso donde me custodia el  eco, ni siquiera quiero disimularlo.




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