martes, 5 de febrero de 2019

Ya ves.


Un libro de viajes, una pera, una entrada para el Museo Vaticano y un cenicero con un dios maya...

Hoy se subió una mariposa en la guagua. Entró por la puerta trasera. Nunca me han gustado. Ya ves.
 Las flechas duelen a la izquierda, los nudos van al cuello, la locura a la cabeza y las cosquillas, las cosquillas bajaron de la guagua por la puerta trasera camino de la librería.

Froté la pera contra el pantalón como si fuera el mejor método para su limpieza antes de morderla leyendo en aquel banco. <<A en punto abrirá. >> “Suelo ir media hora antes”-dijo.
Leí una y otra vez aquella historia sobre las historias del mundo, como si así pudiera conocerle más. Poco a poco me iba desinflando, sin ilusión, pasando cada hoja con desgana acariciando la entrada para el Museo Vaticano  que jamás utilizó como separador. Le conocí en un momento estúpido en que armada con un paquete de azúcar le escuché atontada. Él preguntaba qué se hace en el super cuando encuentras un paquete de azúcar desangrándose por los cuatro costados y yo tomaba su tarjeta aceptando sin más una cita.

Cierro el libro. Tomo notas para que la media hora no se haga eterna:
La pera carnosa cambia de color y comienzo a tener mis dedos azules. Mientras los observo intentado entrar en calor pienso que las tiendas abren y que nadie lleva un café en vaso gigante de plástico, que nadie tropieza con las carretillas cargadas de mercancías… y los chat siguen presentándose como; la primera vez que entras… Noches enteras hablando y hablando, escribiendo con precaución las respuestas, sacando a la investigadora privada que llevo dentro desde lo del paquete de azúcar. He comenzado a ver futbol con otros ojos. De repente cosas que no me gustaban comienzan a gustarme. Habló y habló de Venezuela, y a mí los solitarios me aburren. ¿O me aburrían? Hablamos de ciencia, de PI y sus tres coma catorce besos cuadrados. De qué fue primero, si el libro a la historia. ¿Inventamos y luego sucede? Si no le ha sucedido al escritor, ¿cómo puede un Verne conocer el centro de la Tierra? Quién jamás se ha enamorado, ¿puede escribir sobre amor…nos guardarán rencor los mayas por plasmar a sus dioses en un cenicero?

<< ¡Calla!>>

Ya abren, pero han vuelto a cerrar. No está. Acaban de poner un cartel de mierda de cerrado por duelo.
¿Y si le llamo? ¿Y si llamo y no responde?
Hoy se subió una mariposa en la guagua por la puerta trasera. Yo entro por la de siempre y me siento como un ser o no ser que se supone tener  los pies en el suelo pero con ganas de llamar al cielo, pero ahí ni a cobro revertido ¿verdad? Aunque creo que si lo intento lo pagaré caro.
He adoptado a la mariposa. Ya ves.



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