Un libro de viajes,
una pera, una entrada para el Museo Vaticano y un cenicero con un dios maya...
Hoy se
subió una mariposa en la guagua. Entró por la puerta trasera. Nunca me han
gustado. Ya ves.
Las flechas duelen a la izquierda, los nudos
van al cuello, la locura a la cabeza y las cosquillas, las cosquillas bajaron
de la guagua por la puerta trasera camino de la librería.
Froté la pera contra el pantalón como si
fuera el mejor método para su limpieza antes de morderla leyendo en aquel banco.
<<A en punto abrirá. >> “Suelo ir media hora antes”-dijo.
Leí una y otra vez aquella historia
sobre las historias del mundo, como si así pudiera conocerle más. Poco a poco
me iba desinflando, sin ilusión, pasando cada hoja con desgana acariciando la
entrada para el Museo Vaticano que jamás
utilizó como separador. Le conocí en un momento estúpido en que armada con un paquete de azúcar le
escuché atontada. Él preguntaba qué se hace en el super cuando encuentras un
paquete de azúcar desangrándose por los cuatro costados y yo tomaba su tarjeta
aceptando sin más una cita.
Cierro el
libro. Tomo notas para que la media hora no se haga eterna:
La pera
carnosa cambia de color y comienzo a tener mis dedos azules. Mientras los
observo intentado entrar en calor pienso que las tiendas abren y que nadie
lleva un café en vaso gigante de plástico, que nadie tropieza con las
carretillas cargadas de mercancías… y los chat siguen presentándose como; la
primera vez que entras… Noches enteras hablando y hablando, escribiendo con
precaución las respuestas, sacando a la investigadora privada que llevo dentro
desde lo del paquete de azúcar. He comenzado a ver futbol con otros ojos. De
repente cosas que no me gustaban comienzan a gustarme. Habló y habló de
Venezuela, y a mí los solitarios me aburren. ¿O me aburrían? Hablamos de
ciencia, de PI y sus tres coma catorce besos cuadrados. De qué fue primero, si
el libro a la historia. ¿Inventamos y luego sucede? Si no le ha sucedido al
escritor, ¿cómo puede un Verne conocer el centro de la Tierra? Quién jamás se
ha enamorado, ¿puede escribir sobre amor…nos guardarán rencor los mayas por
plasmar a sus dioses en un cenicero?
<<
¡Calla!>>
Ya abren,
pero han vuelto a cerrar. No está. Acaban de poner un cartel de mierda de
cerrado por duelo.
¿Y si le
llamo? ¿Y si llamo y no responde?
Hoy se
subió una mariposa en la guagua por la puerta trasera. Yo entro por la de
siempre y me siento como un ser o no ser que se supone tener los pies en el suelo pero con ganas de llamar
al cielo, pero ahí ni a cobro revertido ¿verdad? Aunque creo que si lo intento
lo pagaré caro.
He
adoptado a la mariposa. Ya ves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario