Me tiene loquita este tipo con más cara que jeta: él era tan magia y truco, que me confundía la noche con el café. Tan sálvese quien pueda, que me hacía flotar aunque eso significara poner los pedazos en tierra. Tan espejo de este mi lado, que me daba cosilla mirarlo por si se cumplía aquello de siete años de otra vez sin verte. ¿Y ahora?...ahora soy sus pestañas cuando caen, su beso cuando se aleja, la caza recompensas de te quieros que lancé a la espera de que el amor al arte me los devolviera. Soy esos ojos que me desnudan sin ven(ir) a cuento, pero cogiendo mi mano bien fuerte. Y es mi corazón cuando me pregunta “¿Me quieres?” y yo siempre pienso <<cuando deje de gustarte la respuesta>>.