sábado, 11 de enero de 2020

O,3


–Creí que tenía más. ¿Cuánto me queda? –dijo ella con un leve suspiro. Pero él no respondió–.Qué ruido tan terrible es el silencio –Continuó hablando mientras se colocaba la mascarilla en la cara intentando recordar cuándo enfermó.
–Te la puedes quitar –dijo el Tiempo quitándole el suero y colocándole una tirita en aquel brazo lleno de agujeros mirando el reloj.
De pronto, unos ojos amarillos brillaron en la oscuridad y el Tiempo se concedió una leve pausa para mirarla por última vez. Ella, con el corazón hecho una bola de ozono se fue…destruyendo.

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