Justifica
Cambió de vida y allí estaba, sin blanca, en Nueva York…sin él… recordando cada detalle a partir de que él desconectó el teléfono, cerró puertas y ventanas para que ella descansara y se marchó. Un rato más tarde llegó de la farmacia con todo lo necesario deseando hacerle el amor. Se acercó a darle un beso pero ella huyó la cara aterrorizada, y mientras le curaba el labio le pedía perdón diciendo, -Y cuando se te pase la bobería hablamos.
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