No pensé odiar la luz, ni tantas transparencias.
Yo, de piel tostada,
salada.
Soldado de oscuridades marinas.
Confinada en la costa.
Tanta luz no me deja ver tus ojos.
No puedo leer tus
labios.
Esas que te rodean
torturan mis sombras.
Me acorralan.
Te endiosan.
¡Tengo un plan! ¡Sí!
Llevarte a esa orilla, si te atreves, y robarte un beso.
Sin importarme jamás las consecuencias.
Rosy Robayna C. (04/01/2017)
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