Reconoceré, quiera o no quiera, que casi todas las lágrimas que he derramado han sido sin querer.
sábado, 18 de junio de 2022
Como cualquiera
Cosas de la guagua
Misma guagua, misma hora. Se le da bien fruncir el ceño para no llorar. Hoy me he atrevido a preguntarle si Almudena Grandes es para tanto, Joder, fantástica, como un orgasmo, mujer.
Un cuento
Érase otra vez que, para no variar, me sentía triste, y volvió a taparse los ojos a mi paso.
Querido:
Querido:
Una Madre
Apuñalan a una mujer durante la madrugada. Todo apunta a un robo.
RANIA
Le he puesto un "hasta aquí" Me escoro en su brazo mientras teclea y dice que le fastidio los atajos. Levanto mi hocico y promete jugar más tarde si le devuelvo el enredo de no sé qué ratón. Entonces le traigo la pelota, mi galleta, ¡mi mantita!, el trozo del bocata que escondí, el que compartimos anoche mientras leía una y otra vez el mismo libro que la hace llorar. Y quiero consolarla, pero nada. Mi hasta aquí no parece funcionar en las tardes, y después de nueve meses con ella sigo sin saber por qué salimos de madrugada ni qué cuernos es un atajo.
Rescate
En realidad yo no era nadie. Temblaba arrimada en aquella estantería escuchando que ya tendríamos que estar en el sótano. No nos dio tiempo. El más antiguo, que había sufrido demasiadas heridas en otras guerras y un trasplante de pergamino a papel, susurró que estaba listo. Algunos rezaban todo lo que sabían mientras otros tantos calculaban en qué momento exacto iba a suceder. Los ubicados dos estantes a su derecha cuchicheaban que ya lo habían advertido, Escrito está. La historia tenía claro que habían muchas páginas aun por escribir. La poesía se quedó sin palabras al observar a los de la entrada a la izquierda, Espirar, exhalar, ¡Repetimooos!