Yo vivo aquí. Soy el cabecilla de un elenco que no quieren partir, porque se parten de risa cuando vemos que se parten a correr cuando creen notar nuestra presencia, algunos con el corazón partido otros en la boca. Vuelven otros para ver si ya hemos partido. Creen que es lo mejor para nosotros y no se dan cuenta que cuando partimos aquella vez jamás nos movimos del sitio. Partimos una vez solo una, y no hemos vuelto de ninguna parte. Tienen la respuesta a lo que llaman nuestras plagarías, creen que tenemos cuentas pendientes de algún mal parto, o que somos náufragos de algún barco que, tras zarpar, partió en dos algún mástil o no supo arribar en ningún puerto. Rezan y nos hacen peticiones como si fuéramos el genio de la luz maravillosa. Tampoco te habrá ido tan mal sin mi ayuda y yo no tengo medios para decirte qué tienes que hacer. Rezan porque creen saber qué hacer con nuestras muertes y no saben qué hacer con sus vidas. Ilusos. Somos nosotros quienes esperamos vuestra partida para poder ser más en este elenco y reírnos y partirnos de risa cuando demostremos que todo era una farsa, que no era para tanto, que todo era más sencillo y admitirlos en este otro lado, aquí mismo, no sin antes deciros que cuando se parte, aquí nada se divide, como se puede dividir el tiempo en el mundo de los que se creen vivos. Aquí el tiempo no existe y si consiguieran creer que ya partimos gracias a sus rezos, solo seríamos olvido y el olvido… es morir dos veces. Y ahora un consejo que no vas a coger, que es lo que se hace con los consejos, mandarlos a partir en mil pedazos; vive. Vive es la respuesta que nadie espera porque a partir de ella, todo se nos complica.
Foto de Saro Gutiérrez Cárdenez
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