sábado, 23 de diciembre de 2017

El misterio de la sangre

Me he pinchado un dedo. Presiono con los dientes y sangro una sencilla gota que nadie cata.

Observo su rojo amapola, su rojo cereza, su rojo llanto… Me he pinchado y no ha sido con el huso de una rueca ni con la espina de una rosa, tampoco hilvanando pañales. Me he pinchado y nadie mima mi dedo diciendo <<curasanaculitoderana>>. Por si a alguien le interesa; estoy bien... solo me he pinchado un dedo para ver qué pasaba. Y no, no pasa nada.

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