Sé donde están los besos que no me has dado. Los puse en una
lista de deseos y los custodia una extraña que tiene la clave del botón rojo
que activará -cuandoledelagana- la parte de mi cuerpo donde están latiendo. Se
encuentran en mis suspiros. Suspirar; -qué cosa tan saludable-, es ese momento
en que tomo aire y no me llena, cuando lo que realmente quiero es que tu
aliento inunde mi alma. ¿Qué tonta y qué estúpida guarda en reserva y en
conserva algo así? Léeme despacito. Bésame tonto. Bésame tanto... que a veces esa
extraña baja la guardia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario