jueves, 4 de abril de 2019

Suprimir

Hombre 54 está escribiendo>>>>>>>>>>
Fuiste de las conversaciones más chorras que he tenido, también la más profunda. Éramos amigos y compartíamos todo, pero en aquella verbena después de tres empujones y un par de besos, las cosas cambiaron. Está claro que hay amistades que se pierden cuando media una cama…o una esquina a oscuras detrás del escenario. Te he recordado durante todos estos años, pero no todo el tiempo. Recuerdo que desafinabas en tu empeño de aprender a tocar la guitarra y que te regalé un cancionero de tangos. Siempre te dije que escribías mejor de lo que tocabas. Yo quería aprender a pintar y me salía de todos los bordes de mi cuaderno de dos rayas, cuando intentaba captar todas esas muecas que hacías al hablarme. Me regalaste una caja de Carioca – ¿te acuerdas? – me dijiste que algún día sería el mejor padre del mundo. Luego desaparecí sin decir nada y no te imaginas cómo me arrepiento. Ahora soy un pintor de esquinas con un baúl a cuestas y tú una escritora de blog –te he buscado en internet–.
Tu foto de perfil me está volviendo loco. Ella es una copia perfecta de cómo eres tú en todos mis borrones de todos estos años. Llevo días hablándote sin decirte quien soy. En tu biografía dices que sigues viviendo en el mismo sitio, que eres soltera, que eres profesora del conservatorio y que ella es el amor de tu vida.
Ya sé que sabes quién soy, aunque no lo digas a pesar de tantas horas de chat. Empiezo a creer que tú crees que es un juego.
Sólo te he pedido vernos y me has dicho “No”
Cómo me gustaría explicarte el por qué me fui, y aparezco después de tantos años. Quiero saber quién fui, quién he sido, y sobre todo si tengo la oportunidad de ser alguien hoy en vuestras vidas. Pero me temo que tu respuesta es bien clara. La he escrito en todos los colores de mis lápices, pinceles, rotuladores…y no me gusta cómo queda, en tu estado, eso de “Bienvenida a los septuagésimo segundos juegos de un hombre”
<<suprimir…

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