Mira que me lo advirtieron. Anduve tras sus pasos. Le busqué
en las calles y en sitios malditos. Creí tenerle a mis pies, pero andaba en
busca de sumar otra, a su larga lista de estúpidas. Bastó un te quiero para que
me rindiera. Cada gesto, cada suspiro, eran anotados a fuego en mi pecho, recorrían
mi carne, mi sangre, sin darme cuenta de la burla entre sus piernas. Dibujé corazones
en mis sábanas de un hilo cualquiera y
como una cualquiera me sentí en cada despedida de excusas tramadas. Mira que
me lo advirtieron. ¡Maldito caso! Busqué una salida, barrida por la tristeza, a esa telaraña en
la que estaba atrapada: Su piel; cementerio de desamores. Sus ojos; falsos
epitafios que con lástima leímos todas. Su boca; veneno sin antídoto en la mía
cerrada, abierta a su lengua sin defensa.
Entonces asesiné mi sutileza, la calidez de las caricias, los besos hasta
hinchar los labios, los orgasmos hasta mojar la cama y me concedí el premio a
la mejor actriz. Ya no busco unas manos que me sostengan, ni un amor que me
tenga entusiasmada. Parpadeo, se alejan
y les tiembla la voz y lo entiendo, ¡claro que lo entiendo! Porque he aprendido a
jugar sucio para que nadie olvide que soy de carne, pero también de hueso.
viernes, 16 de junio de 2017
jueves, 15 de junio de 2017
Yo amo. Tú amarás.
Desde que te conozco supe que ya te conocía de antes. No
idealizo ni maldigo por estar equivocado, porque no me equivoco. Lo sé. Seguiré
intentando que sientas lo que yo siento, cómo de repente un verbo se convierte
en todas mis conjugaciones mientras tú me respondes con pasados imperfectos,
futuros inciertos y presentes negados.
viernes, 9 de junio de 2017
Yerra
"Yerra" Nunca antes las palabras tomaron tanto significado. Algunas quedaron fuera de contexto y me volví loca
armando el puzle de una frase que no entendí, o más bien no quise entender.
Algunas palabras me hicieron llorar, otras reír. Tantas otras se dispusieron
ordenadamente como por arte de magia aliviando hasta el olvido. Ahora regresas
con la más grande entre tus labios pero olvidas, que grabaste a fuego la peor
de todas; “Adiós”.
miércoles, 7 de junio de 2017
Palestra
Te reto
Yo escribo sin remitente y tú dices te quiero.
Tú saltas la barca y yo soy el barquero.
¿Más claro? Espera que comienza el juego:
Pongamos que yo alquilo el apartamento y pago las rentas, mientras tú pares a tiempo a los hijos por los que revientas.
Tú me esperas ignorando que las horas extras se pagan tan
baratas, mientras yo malgasto en otras camas el dinero de los dos.
Tú improvisas besos por si acaso y yo te busco vengándome con un ataque de tos.
Tú compras sábanas que no estrenaremos nunca y yo me la
juego a perder el aroma de los polvos que me negaste.
Yo me quedo con el don de ser absurda y con una sola neurona
y tú sales victorioso cuando firmemos en blanco ese jodido divorcio.
Tú envejeces mientras yo maduro, ¡o mejor!; nos miramos seriamente a la cara a ver quién revienta antes.
jueves, 25 de mayo de 2017
Basado en un falso rumor
¡Qué susto me he dado,
he perdido el DNI!
Como me dijeron que podía pedir cita por
internet entré para facilitarme el traslado. Al abrir la Web de cita previa, un
aviso, rojo-susto, decía que habían
jaqueado la página y no era segura. Pensé en cómo podía ser que la policía estuviera
en ese estado de inseguridad, pero como
pasan tantas cosas raras en la vida… Así
que llamé al teléfono de cita previa que encontré al lado del rojo- susto y
comencé a seguir los pasos. La operadora, muy correcta y monosilábica, me pidió
que dijera en voz alta el idioma deseado; euskera, gallego, catalán o castellano.
Yo repetí que castellano, pero la pobre no me entendió y repitió la pregunta
tres veces, con tanta mala suerte que se
cortó la llamada. Volví a llamar y gracias a que era la misma operadora, y tras
repetir la pregunta al fin entendió la pobre lo del idioma y me pidió que
marcara mi número de DNI y la letra 45896887X. Luego de hacerlo, con la misma
amabilidad, me dijo que lo repitiera y así lo hice. No recuerdo cuántas veces.
Entonces va y me dice, y creo que ahí perdí, levemente, la paciencia porque me
dieron hasta fatigas:
< Su cita para
tramitar su DNI número-00000000X es para>…
< ¿Pero qué número es ese coño? > Dije
con la amabilidad que corresponde a ese tipo de momentos, y le colgué. Yo
espero que no me escuchara. Tras tomar agua y azúcar me vestí y tomé la guagua
hacia Juan XXIII. Fui al edificio de la Jefatura y le conté a un agente, con
cara de que todo el mundo debe y nadie le paga, el agente digo, lo ocurrido. Recomendó
que pusiera una denuncia y como yo no me iba a denunciar a mi misma por
despistada, y tampoco iba a denunciar a un pobre desconocido; ladrón,
seguramente en paro, alto, guapo, con los ojos azules y verdes, además sabiendo
que lo perdí yo, y que no conozco a
nadie así, quedé en ir al día siguiente tras advertirme, el agente, que
estuviera antes de las ocho de la mañana porque al parecer las colas sin cita
llegaban al Parque Romano y el tope de atención por día, sin cita, no daba para
tanta gente. A las siete y cuarto, hora canaria, ya estaba yo sentada en las
escaleras, más sola que la una, vigilando a las cucarachas por si se acercaban,
y al policía del día anterior que ya me tenía mosca porque me vio y saludó
diciendo, con la misma cara del día anterior <Ya estás aquí>. ¡Se quedó con mi cara
eh! Cuando por fin pude entrar tomé
número y me senté pensando que quizá me confundió con los de los carteles que
hay entre los más buscados. El corazón se iba a salir por la boca. Pero me dije:
<Tonta, qué te vas a parecer tú a estas personas tan serias si siempre
sonríes> Comencé a buscar en otro
lado y vi fotos del cuerpo nacional de policía y, asombraíta, caí en la cuenta
de que tienen truco. ¡Vamos que si lo tienen! Como la de las estrellas de cine
porque, ni uno solo de los que vi tenía ese cuerpazo que quita el hipo, de las
fotos, comprendiendo que las tendrían también la de los más buscados. Por
cierto; he renovado el DNI 10,60 €, un robo con elegancia. Me han dado un
número secreto para que en la Web pueda firmar lo que quiera y digo yo, que si
la página de ellos ya canta en rojo amenazante, prefiero llamar por teléfono y que dios me asista.
domingo, 21 de mayo de 2017
La carga
Con la compañía que le sobraba a tantos de tantos se conformaba
como quien no quiere la cosa. Adicta a un quizás. Guardó el tocar fondo en la
despensa. El corazón en la nevera. Las lágrimas debajo del sí. Besó despechos
al portador mientras resbalaba el color de la mujer honrada patas abajo
probando ese “Es lo que hay” Claro que pensó que podía vivir sin él, como vivía
esos domingos involuntarios sin versos en que esperaba a un Machado que se
quedara a su lado solo por quererla querer. Malgastaba en cualquiera lo que le viniera en gana, sin
ganas de quitarse la blusa y mucho menos
las bragas. Luego juraba con rabia que no lo volvería a hacer. Nunca amor,
nunca placer. Sentía el ardor de la
cobardía retomando esos principios que inyectaron en sus genes subastando el
corazón, frío y desesperado, al peor postor.
martes, 9 de mayo de 2017
Cada cosa a su precio.
Creía que las putas solo paseaban
por esas calles que durante el día suelen ser paso obligado a edificios
públicos, donde la gente arregla papeleo para no defraudar a hacienda. La reconoció por una foto de Internet. Era
bloguera. No vestía como las demás, iba demasiado elegante para su gusto y para
colmo de las más caras. No entendía el
por qué, y sin embargo la eligió a ella. Le preguntó que por qué no vivía de
las letras. Ella le respondió, mientras se arrodillaba:
-Yo escribo verdades y vendo
falsos “te quiero” mientras tú te lo crees. Como mismo crees que tu mujer te
está esperando ahora acomodando cariñosa el lado de tu cama. Las verdades
deberían ser gratis. ¿No crees? -Decía observando directamente su miembro mientras él
notaba su aliento como la mejor de las caricias sin haberlo rozado. -Por las
mentiras se paga un alto precio. En esta vida todo tiene un precio. Todo. Excepto
mi verdad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)