domingo, 14 de julio de 2019

Y los sueños...



Yo creo que en los sueños y en las pesadillas,  hay que creer, porque de alguna manera –inexplicable–, esas historias son más reales que nuestra vida cotidiana. Con esa premisa comienzo esta historia:
Yo era joven, no una anciana como ahora que vive de recuerdos y casi no da dos pasos sin preguntarse por qué dio el primero –jamás pasé la fase del por qué–. Escuché, en el sueño, una voz en of que dijo, Para ocurrir hay que estar dispuesto a perderse y encontrarse. ¿Quieres ocurrir?
Entonces vi que  dos caminos; Perder y Encontrar, charlaban mientras leían las noticias del periódico.
Y entonces emprendieron el viaje hacia la Ciudad Sumergida... Y ocurrieron. Me gusta el caminante que quiere ocurrir dijo Perder desmoñado.
–¿Sabes, Perder? Tengo la sensación de que la gente me empuja al éxito saltándose el ocurrir. No sé por qué me eligen.
–Yo tampoco. Deberían elegirme a mí, que soy el mejor.
–Sí. Ya. Perderse es lo mejor, con tu eslogan de “el camino vale lo que estás dispuesto a pagar por él.
–Anda… porque Encontrar, con “tus pasos de cebra para no ser atropellados por los principios” son de lo mejorcito.
Mientras discutían intenté hablar con ellos con la intención de preguntarles qué camino seguir… pero ni caso. Así que me senté observando y escuchando, intentando decidir qué camino tomar. Y ahí seguían los dos, erre que erre, pasando las páginas del periódico:
– Aquí dice que tener pasos andados no te garantiza la experiencia “un puesto” con final feliz, porque el camino será el mismo.
–Cierto, cierto, querido Encontrar.
– Pero no quienes lo transitan.
–Si el Universo está en cambio continuo imagina nosotros…somos caminos por andar.
–Y por desandar querido Perder.
–No, no. Se hace camino al…Ja, ja, ja.
Entonces se quedaron callados, y con un tono nostálgico…:
–Encontrar. Ayer una pareja comenzó mi camino por separado.
–¿Y cómo van?
–Discutiendo. Creen que siempre estaremos aquí –dijo Perder chasqueando la lengua.
–Ya encontraron al niño que se perdió a mitad de mí  –gritó de alegría Encontrar.
–Eso es buena noticia Encontrar. Un maravilloso ocurrir.
–¿Sabrán todos estos que al fin del camino solo está el fin?
Entonces se me quedaron mirando diciendo:
–¡Ah, hola caminante! ¿Qué tal… te atreves?
-Sí… claro… No tengo prisa en meter la pata. Lo que realmente quiero… es ocurrir –dije torpemente.


Jamás he despertado.

viernes, 12 de julio de 2019

Comienza el juego


Nunca aprendí a rendirme aunque otra cosa es estar rendida. Mira: deberías salir corriendo y no quedarte a correrte pensando que somos un para siempre que jamás se olvida. 

Cielo: no quieras que mi corazón vacío juegue a quererte, ya que nadie vendrá a salvarte sin hurgar antes donde más te dolía. Te advierto que no estoy ni preparada ni lista ni dispuesta. Pero, tú mismo. No olvides que un “pero” desmonta cualquier argumento, o perdón, o excusa que comience por lo siento, marcando una equis en cualquier vida. Lo siento -pero lo siento-, por dar un salto mortal y jugármela cuando la red es la herida.

miércoles, 10 de julio de 2019

¡Vamos!



La nevera estaba vacía.  No quería  ni arcoírises  ni flamenco ni unicornios. No  quería nada y sumé a mi desgracia un bolero, una uña rota, un frasco seco de mi anti-ojeras y otro de colorete en polvo. Mientras espachurraba aquel kebab, con ganas de morir de hambre, de asco, o de lo que fuera, el yogurt tocó mi pecho, y el colmo de mis males -al lamerlo- se sentó a mi derecha diciendo, Tranquila  ¿Quién va a mirar a un alguien que siente que siempre será nadie?
Mis lágrimas lácteas, moqueando, y un tapón en la garganta descansaron en mis muslos y pensé, ¿Qué haré ahora con la fila de penas, grises y fríos, y llantos planeados, y noches sin lunas premeditadas,  despedidas sin despedida, cuando forcejear con el llanto es un encuentro de niñas tristes que juegan al pilla-pilla, dando ventaja a la vida…si nunca ganas la partida?
Él, tan dolorosamente cierto,  salió detrás de la columna. Tomando mi mano en su mano y en la otra el salero, con su “vamos” bajo el brazo, dijo que dijera a la vida, Chica, tú no podrás conmigo y tampoco tus murmullos. No te hagas la valiente, ni te creas la fuerte entre todas las fuertes, que cuando a la pena  se le hace cosquillas, explota en tu cara a cara y siempre pierdes la partida. Hazlo así y verás lo que es vida.
Ahora ya no compro anti ojeras, ni recuerdo la última vez que lo hiciera. Canto por soleares, flamenco, isas, boleros, y no me duele la de El día que me quieras. A rato me muerdo las uñas y nos besamos como se come un buen yogurt que lames hasta la tapa. En la nevera tengo lunas y unicornios y algún que otro arcoíris combinado. Compro sal premeditada, y los polvos…bueno…los polvos…
A lo que iba; adoro rodear columnas mientras jugamos al pilla-pilla,  y me dice “vamos”  y, claro, me voy, porque él me deslumbra y me celebra, indicándome el camino de baldosas amarillas.



viernes, 5 de julio de 2019

"B"


¡Qué triste es sentir!... y escribir y escribir desde mi alma a tus palabras, que jamás seré para ti ni la apta ni la apropiada. Mi corazón se ha dormido, se escurre de mi cabeza a mi boca. No me llenan las caricias, ni nuestras horas locas ni siquiera tus miradas. No sé si la inteligencia elige, porque este corazón se ha rendido de mi boca a mi garganta. Las instrucciones para quedarme o irme son las mismas y muy claras; llora a escondidas, no vuelvas a decir una palabra y no olvides que la soledad es lo primero y ya estabas acostumbrada. No me sirven los te quiero que a besos mil veces callas. Llora mi corazón de mi garganta a mi pecho, de mis costillas al alma. Siempre seré tu plan B, solo por si el A te falla.


domingo, 30 de junio de 2019

Un celo a la izquierda.


Es que rebosa más de lo que mis ojos pueden aguantar, y mi mayor miedo es no tener miedo desde entonces. Su hilera de dientes pronunció mi nombre. Claro que me llamó; ¿Alguna vez lo has hecho mientras caes? Sí, todo eso me llamo desde entonces. No me dio tiempo a responder a mi nuevo nombre. Tampoco me dio tiempo a terminar de temblar al sentir el poder que me otorgó y no me asusta. Sin moverme ya me poseía por entera avanzando a rastras. También sin moverme acaricié sus alas que de tanto placer me dolían. Mis piernas se abrían y sus labios besaban todas las babas que de mis ojos tras la embestida brotaban, suplicando cerrar el cielo y cualquier tierra prometida que tarde o temprano prescribe. Mi lengua dibujó el borde de todos sus bordes y mientras susurraba mi nuevo nombre, me di cuenta de todas las veces que subí al cielo cuando en realidad quería caer, caer, llegar al fondo, adonde el fuego quema y no mata y la sangre te arde y el alma se hiela y la culpa queda escrita en cualquier hoja sin color olvidada en una esquela equivocada de deidad… Adonde el placer pide más aunque mueras diciendo:
-Sí, así, con las alas atormentadas que es como vuelan los que van en sentido contrario…
Fue verle y sí, mis ojos no quieren darse cuenta de que ya le han visto antes, antes de un vete, antes de un sí, sí…si quiero, antes de arrodillarme ante mi bestia que siempre está en celo y sentir que tenerle tan cerca es como un disparo a quemaboca.

Obra de Pedro Lezcano Jaén. Título: Ladrón de almas;(2019. 120x100 cms), un autonitrato malintencionado con sonrisa falsa y alas a medio arrancar, a manos de un dios indignado:




viernes, 28 de junio de 2019

La procesión va por fuera.


Si te tienes que ir vete. Prefiero la procesión por fuera. Pero vete, ¡vete! Vete como la marea; siempre lista para lo que le venga en gana. Con  pasaje a cualquier parte donde se quisiera –de querer, y no de cualquier manera
Que con toda la muerte por delante estoy dispuesta a vivir como si se me fuera la poesía en ello. Aprendiendo día a día a perder con la misma facilidad con la que me ilusiono. Con ganas infinitas de amar que no te quepa duda. Paseando las calles de Las Palmas con los pulmones llenos de esa marea que me hace flotar y flotar, consiguiendo que todo dolor sea más llevadero. Con un  no puedo que pueda poder olvidar. A la tristeza déjala como está que jamás la eché de menos, estuvo bien latente como siempre la marea. Así que si te tienes que ir vete…    y no, no dejes todo como estaba, yo lo devolveré a su lugar  tomado de ejemplo al mar, porque sé que si no eres el fin, seguro, serás el medio, para que vuelva a reír como llora Chavela.




jueves, 27 de junio de 2019

Cierro mis ojos


Cierro mis ojos
dibujando dedo a dedo la playa que hay en tu espalda
recorriendo rezagada las dunas de tu pecho.
También con ojos cerrados me acerco al río de tu boca
buscando tu lengua tierna, suave, a veces burlona.
No quiero abrir los ojos, aplástame contra ti
definiendo con tus manos, de frente, de perfil
cada curva de mi cuerpo que se muere por sentir
con los ojos bien abiertos,  lo que una vez sentí.
Deja que cierre mis ojos y que siga imaginando
 que alguna vez me desees aunque todo sea en vano.
Ahora los abriré y te seguiré amando
 descubriendo nuevamente
que yo no estoy en tu mente.
 Pero me sirve quererte cuando yo cierro los ojos
deseando pase el día
para volver a cerrarlos.