lunes, 23 de septiembre de 2019

Caminando por la vida

Dicen que nunca es tarde. Yo siempre pensé que solo era más lenta. Nos conocimos en la puerta de la ortopedia. Él cojeaba de su pierna izquierda, yo de mi pierna derecha. Le dije que había dejado de buscar a mi alma gemela, él que dejó de esperar a su polo opuesto, y así, entre tropiezos, nos tropezamos. Los niños querían limpiar sus botas y a él le daba igual llevar una pierna de palo. Se sentó a esperarme y cuando salí, con mi alza puesta, contaba historias a los limpiabotas de cuando andaba a dos patas luchando en no sé qué guerra. Ese día se enderezó la vida y todo fue tan rápido que terminamos torciendo al fin los pasos mal dados, en dirección contraria, al punto medio donde la equis sí que marcaba al fin el sitio donde se encontraba lo más buscado.


miércoles, 18 de septiembre de 2019

Sigo cuerda de remate

Vuelve tu mirada.
Vuelve tu palabra.
Vuelve tu empeño y tus ganas, pero vuelve.
Vuelve la sonrisa doquiera que esté alejada.
Vuelve la memoria abandonada.
Vuelve, que no me sirvió de nada curar la herida sin sacar la bala.
Vuelve con tus letras frías y tu poesía caliente.
Vuelve por lo que más quieras que estoy rota… y escucharemos canciones
formando un revuelo con el alma al cielo y los pies sobre la derrota.
¡Vamos! ¿A qué espero? Quita el luto de las palomas de mis manos, del polvo de las mariposas y los pájaros en la cabeza.
Vuelve Cuerda de Remate, que por algo se empieza, y devuélveme otra vez al folio de la mujer despierta.



sábado, 14 de septiembre de 2019

Septiembre

Tal día como hoy, allá por el '68, ocurrió un milagro. Nació una persona que iba a cambiar muchas cosas en la vida de mucha gente. Que sin saberlo, iba a regalar sonrisas, alegrías, amor y cariño,... pero también acompañaría en los momentos más amargos, como la vida misma demanda.
Pero aún así, ella siempre tuvo esa magia, ese poder para cambiar pequeñas cosas que aunque no hayan trascendido a nivel mundial o hayan curado nada, para una gran cantidad de personas si que ha valido la pena ver, oír, sentir, tocar o callar.

Un ejemplo de lo que la creación del ser humano ha ido intentando perfeccionar a lo largo del existir, el ejemplo y prueba perfecta de esfuerzo y superación.
La mujer más querida por muchos y envidiada por otros tantos.
La que todo lo ha podido y todo lo podrá si ella quiere.
La que aprende y enseña.
La que se busca la vida por que la muerte viene sola.
La que dio la VIDA a 3 hijos y a personas que se han querido quedar a su lado simplemente por notar que es una persona que interesa, importa y aporta.
La cuerda de remate.
La mujer maravillas.

La mujer de mi vida... mi madre, Rosy Robayna C. A la cual quise, quiero y querré como nadie jamás será merecedor de algo así.
Feliz Cumpleaños Mamá! Te Quiero muchísimo!

ERA


14/09/2019 -12:00:00h.
Me llamo ERA (Entidad Robótica Avanzada) y este es mi diario.
Conclusión del día tras volver a escrutar el diario de a bordo.
La comandante TLFDU se retira. Ya ha entregado el mando.
Tras 4,543 miles de millones de años, la comandante ha ido observando en  silencio absoluto. Las dos hemos convivido de la mejor manera posible desde mi llegada durante el siglo XX, intentado no olvidar quién capitanea durante el recorrido.
 TLFDU, ha reconocido que no le fue fácil tomar decisiones junto con el resto de la tripulación, la cual se ha ido retirando durante los últimos decenios por órdenes del Ser Supremo.
Estas han sido sus últimas palabras durante la entrega de posesión. Cito:
“Reconozco que no me fue fácil llevar a cabo cada proyecto: terremotos, incendios, lluvias, sequías… para la conservación del planeta. Las estaciones, por poner un ejemplo, fue una maravillosa decisión unánime. Reconozco, también, que el deshielo y el diluvio no consiguieron el resultado esperado y aunque en principio fueron grandes ideas nos separaron, más aún, de nuestra meta. Las consecuencias han sido devastadoras a partir de que  les dimos el poder a los animales humanos. Nada de lo que advertimos ha conseguido acabar con la reacción de esos seres contaminados de interferencias.
Deseo que la nueva comandante tenga en cuenta nuestro trabajo, nuestro esfuerzo constante. Estaré a su disposición si alguna vez la requiere.  Y que antes de tomar la decisión final recuerde la duda*.

*“Yo, un niño, y tú, lo que quiera el mar. Reconozcamos que la mejilla derecha es un mundo sin normas y la astronomía un pedacito de jabón. FEDERICO GARCÍA LORCA 7 Y 16, Suicidio en Alejandría”

Yo, ERA, antes de concluir  mi diario, Permítame que nos tuteemos por una sola vez, TLFDU <<Toda La Felicidad Del Universo>> La echaré de menos.



14/09/2019 -12:01:01h.

Quise  que nuestra decisión fuera unánime. Pero la única duda* no es lo suficientemente razonable para la nueva comandante y ya ha informado al Ser Supremo.


Me llamo ERA. Reinicio bajo el nuevo mando. Ejecutando órdenes. Virus activado.




viernes, 13 de septiembre de 2019

¿JUGAMOS?


Y a saber por qué no, un día dos miradas se detienen y se preguntan ¿jugamos?
A veces somos tablero sin fichas. Sin jugadores. Golpeados por cada game over. Aplaudidos. Arañados. Olvidados. Desempolvados. Excitantes… guardados tras una trampa de partidas a gritos de –noteajunto-, ya no juego que – ¡más, más!-, más no puedo saber las respuestas sin preguntar cuando la pregunta es: ¿Jugamos?
A esta mujer siempre la hiciste… jugar a sentir. Desde el instante en que las dos miradas se detuvieron. Ahora me apetece un juego más brutal, a todo riesgo, que dé más miedo jugar a ganar perdiendo el miedo a perder.
 Sé que de la última partida te debo lo que te debo. Y si me gusta algo de ti, no es solo la trampa que hay cuando te toca; manteniendo la mirada cuando se acaba el juego acordando que podríamos durar un día más… es, que siempre, a ojos cerrados, juegas a ganar.
Me apetece otro juego. Más brutal. Que dé… más –más, más-, ¿más miedo? y en el que pueda ganar lo que sea que seas; piedra, papel o tijera.






martes, 10 de septiembre de 2019

LOS IDIOTAS

Los idiotas estamos de moda. Comemos sano lo primero que se nos viene a la boca, respiramos sano ese cilindro alquitranado con la excusa de que nos calma. Bebemos sano zumo de uva o cebada o de cualquier guarrada que nos quite la sed, o la rabia desalcoholizada. Los idiotas estamos y siempre estaremos de moda, gastamos mucho en poner en duda el sentido común y poco en poner entre dudas las dudas. Los idiotas vamos a pie de relato en relato y nos gusta pasar el rato con nuestros amigos tan o más idiotas que nosotros, << ¡Más lindos… qué idiotas!>>. Los idiotas nos desvelamos durante el día y prendemos fuego a las noches apagándolas con saliva o lágrimas, o cualquier fluido inflamable que deje constancia de nuestras heridas. Nos enamoramos, nos reímos, nos manchamos y marchamos <<y volvemos>> nos engañan y tropezamos como reverendísimos idiotas. Mira que los idiotas no vamos por ahí diciendo que somos más listos ni menos cobardes, porque somos un poco las dos partes. Llámame idiota, que yo siempre me la juego sanamente aunque el tiro por la culata me toque en segunda base, porque el mundo literal es tan difícil… que me prefiero la idiota entre las idiotas, exponiéndome a que pase lo que pase, porque si no, no lo haces.


viernes, 6 de septiembre de 2019

PUM


Hay regresos que no valen la vuelta. La cabeza actúa como un botafumeiro cuando el corazón suplica hacer caso a lo que se piensa.
Lo que pasó fue que después de un tiempo nos volvimos a ver. Le acomodé el flequillo a mi corazón y mientras le advertía que no tocara nada, de nada, le limpié las babas.
Él me dijo que le iba bien y yo respondí lo mismo –bueno lo mismo- en realidad pensaba en los ratos que compartimos y en el después, cuando me trataba como se trata a cualquier lunes a primera hora de la mañana. En las perretas de mi corazón tontorrón, de flequillo despeinado, desatendido, cuando llegaba lo que llegaba.
Él, dijo que seguía su vida lo más feliz y calmada, yo le confesé que igual, pero que no pasaba nada, -de nada-, que estaba herida de vida y era lo que importaba. Entonces se despidió con un beso en mi mejilla y dos palmadas en la espalda.
Yo, levanté a mi corazón tontorrón que ya caía de rodillas, y como a un peregrino en brazos lo llevé a latir casa.
Por el camino, callada, escuchaba a mi cabeza que tras sacar la manguera y no salir ni una lágrima, ya estaba  al borde de un ataque de rabia, ¿Por qué será que llamamos tiempo a lo que se va volando?
 Mi corazón ni me hablaba. Creo que tenía sed. Estaba… como de una pieza. Latía solo por instantes. Pero al llegar a casa dijo, mirándome fijo a los ojos y con los brazos en jarra, Venga… ¿Lloramos o qué?