¡Qué triste es sentir!... y escribir y escribir desde mi alma a tus palabras, que jamás seré para ti ni la apta ni la apropiada. Mi corazón se ha dormido, se escurre de mi cabeza a mi boca. No me llenan las caricias, ni nuestras horas locas ni siquiera tus miradas. No sé si la inteligencia elige, porque este corazón se ha rendido de mi boca a mi garganta. Las instrucciones para quedarme o irme son las mismas y muy claras; llora a escondidas, no vuelvas a decir una palabra y no olvides que la soledad es lo primero y ya estabas acostumbrada. No me sirven los te quiero que a besos mil veces callas. Llora mi corazón de mi garganta a mi pecho, de mis costillas al alma. Siempre seré tu plan B, solo por si el A te falla.
viernes, 5 de julio de 2019
domingo, 30 de junio de 2019
Un celo a la izquierda.
Es que rebosa más de
lo que mis ojos pueden aguantar, y mi mayor miedo es no tener miedo desde
entonces. Su hilera de dientes pronunció mi nombre. Claro que me llamó; ¿Alguna
vez lo has hecho mientras caes? Sí, todo eso me llamo desde entonces. No me dio
tiempo a responder a mi nuevo nombre. Tampoco me dio tiempo a terminar de
temblar al sentir el poder que me otorgó y no me asusta. Sin moverme ya me
poseía por entera avanzando a rastras. También sin moverme acaricié sus alas
que de tanto placer me dolían. Mis piernas se abrían y sus labios besaban todas
las babas que de mis ojos tras la embestida brotaban, suplicando cerrar el
cielo y cualquier tierra prometida que tarde o temprano prescribe. Mi lengua
dibujó el borde de todos sus bordes y mientras susurraba mi nuevo nombre, me di
cuenta de todas las veces que subí al cielo cuando en realidad quería caer,
caer, llegar al fondo, adonde el fuego quema y no mata y la sangre te arde y el
alma se hiela y la culpa queda escrita en cualquier hoja sin color olvidada en
una esquela equivocada de deidad… Adonde el placer pide más aunque mueras diciendo:
-Sí, así, con las
alas atormentadas que es como vuelan los que van en sentido contrario…
Fue verle y sí, mis
ojos no quieren darse cuenta de que ya le han visto antes, antes de un vete,
antes de un sí, sí…si quiero, antes de arrodillarme ante mi bestia que siempre
está en celo y sentir que tenerle tan cerca es como un disparo a quemaboca.
Obra de Pedro Lezcano Jaén. Título: Ladrón de almas;(2019. 120x100 cms), un autonitrato malintencionado con sonrisa falsa y alas a medio arrancar, a manos de un dios indignado:
viernes, 28 de junio de 2019
La procesión va por fuera.
Si te tienes que ir
vete. Prefiero la procesión por fuera. Pero vete, ¡vete! Vete como la marea; siempre lista para lo que le venga en gana. Con pasaje a cualquier parte donde se quisiera –de querer, y no de cualquier manera–.
Que con toda la muerte por delante estoy dispuesta a vivir como si se me fuera la poesía en ello. Aprendiendo día a día a perder con la misma facilidad con la que me ilusiono. Con ganas infinitas de amar –que no te quepa duda–. Paseando las calles de Las Palmas con los pulmones llenos de esa marea que me hace flotar y flotar, consiguiendo que todo dolor sea más llevadero. Con un no puedo que pueda poder olvidar. A la tristeza déjala como está que jamás la eché de menos, estuvo bien latente como siempre la marea. Así que si te tienes que ir vete… y no, no dejes todo como estaba, yo lo devolveré a su lugar tomado de ejemplo al mar, porque sé que si no eres el fin, seguro, serás el medio, para que vuelva a reír como llora Chavela.
Que con toda la muerte por delante estoy dispuesta a vivir como si se me fuera la poesía en ello. Aprendiendo día a día a perder con la misma facilidad con la que me ilusiono. Con ganas infinitas de amar –que no te quepa duda–. Paseando las calles de Las Palmas con los pulmones llenos de esa marea que me hace flotar y flotar, consiguiendo que todo dolor sea más llevadero. Con un no puedo que pueda poder olvidar. A la tristeza déjala como está que jamás la eché de menos, estuvo bien latente como siempre la marea. Así que si te tienes que ir vete… y no, no dejes todo como estaba, yo lo devolveré a su lugar tomado de ejemplo al mar, porque sé que si no eres el fin, seguro, serás el medio, para que vuelva a reír como llora Chavela.
jueves, 27 de junio de 2019
Cierro mis ojos
Cierro
mis ojos
dibujando dedo a dedo la playa que hay en tu espalda
recorriendo rezagada las dunas de tu pecho.
También con ojos cerrados me acerco al río de tu boca
buscando tu lengua tierna, suave, a veces burlona.
No quiero abrir los ojos, aplástame contra ti
definiendo con tus manos, de frente, de perfil
dibujando dedo a dedo la playa que hay en tu espalda
recorriendo rezagada las dunas de tu pecho.
También con ojos cerrados me acerco al río de tu boca
buscando tu lengua tierna, suave, a veces burlona.
No quiero abrir los ojos, aplástame contra ti
definiendo con tus manos, de frente, de perfil
cada
curva de mi cuerpo que se muere por sentir
con
los ojos bien abiertos, lo que una vez sentí.
Deja que cierre mis ojos y que siga imaginando
Deja que cierre mis ojos y que siga imaginando
que
alguna vez me desees aunque todo sea en vano.
Ahora los abriré y te seguiré amando
Ahora los abriré y te seguiré amando
descubriendo
nuevamente
que
yo no estoy en tu mente.
Pero
me sirve quererte cuando yo cierro los ojos
deseando
pase el día
para
volver a cerrarlos.
viernes, 21 de junio de 2019
A tu pregunta
Disculpa mi tardanza
y tu estar extrañándome, pero, es que a no sé cuantos quizás por hora me fui de
la sábana equivocada. Salí, así como quien no quiere la cosa, y me vi como una
perra olfateando una pista. Por el camino encontré el oxigeno que avivó mi fuego. Dejando a un
lado de la primera caricia al ego, abrí la puerta al miedo que tenía miedo; a quererme,
complacerme, tenerme, follarme y hacerme el amor –me da igual el orden– y a ponerse en mis zapatos. La risa se quitó
la camisa de fuerza y con los ojos como
platos me miró y en un arrebato me besó
con esos besos torpes de primeriza, sin saber que yo ya venía con la boca
partida pero le importó un carajo. Ahora nos besamos aprendiéndonos hasta que
rugen las venas. He comenzado ordenadamente por su cara y ya voy –después de
tantos meses– por la segunda pestaña. Así que a tu pregunta ahora que te extraña, diré que he
estado muy ocupada... enamorándome.
sábado, 15 de junio de 2019
Eso ya lo sabes
Cuando pasaste página
dijiste a todos: lo siento, no me veo, adiós, y te fuiste a su cama.
Nunca te dije que si el desamor nos duele, más nos duele la
traición. Imagino que eso ya lo sabes.
Que duele el corazón, que te partan la voz en dos, que no
entiendas qué pasó. Te alejaste y yo jamás me moví del sito.
Anda y diles: que esperando tu regreso alguien tomó mis pedazos
y lamiendo con saliva los pegó -del desprecio a
la herida-.
Que hay amores que duelen un tiempo… o toda la vida.
Ahora diles: que duele el corazón, que te partan la voz en
dos, que no entiendes qué pasó… Lo siento, no me veo, adiós. Imagino que eso…ya
lo sabes.
https://www.youtube.com/watch?v=AaLIvfR6Tw0
viernes, 7 de junio de 2019
Ahora que caigo
Terminó la pieza y la
felicidad iluminó el salón de baile. Me senté a esperar la siguiente observando
cómo bailaban los demás, ilusionada porque ya había salido la luna y quizás era
el momento de mirarnos a la cara. Sentía que los cometas celestes se habían alejado
del sol para sintonizar la noche. Quería preguntarte qué era aquello que te
hacía sonreír al mirar atrás mientras bailábamos. Qué fue lo que te amargó
tanto que te cerraba y te hacía bajar, o subir, sin más, del escalón de la
felicidad. Entonces la soledad pronunció mi nombre y clavando su vista en mis
ojos, me dio un abrazo apasionado, de esos que son recordados, pidiéndome todos
los bailes que sonaron hasta el final. Se apagaron las luces. Miré al vacío de
todos mis lados y no estabas. Recogí mi amor y lo até a mi espalda. Los
recuerdos se quedaron colgados entre un <<no pasa nada>> y la
diagonal hacia ninguna parte de mi mirada. Allí te dejé un regalo; mi ausencia.
Conste que no fue la astucia, ni la venganza <<ellas no fueron invitadas
al baile>> fueron mis estúpidas ganas de echar a llorar.
El camino de vuelta era tan largo que… tomé en las manos mis
zapatos de cristal desandado el camino a
casa.
Durante mucho tiempo me di duchas nocturnas de algo parecido
al mar que escocían la piel y los <<volverá>> pensando en los
cometas…y en ti; son rocas de hielo que giran alrededor del sol y…
Mi ausencia continúo
en aquel paquete bien decorado en espera; un regalo pequeño, quizás, que jamás
abriste hasta hoy <<seguro está caducado>> que vuelves tomando el
turno de mi compañera de baile desde aquel entonces. Mientras tanto, bailo por
bailar y tu mirada se esconde y no sé qué sentir, o sí, o yo qué sé… lo sabré el día que te
atrevas a mirarme a la cara –cuando
estemos vestidos- o, ahora que caigo, en el instante en el
que al fin te atrevas a pronunciar mi nombre.
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