miércoles, 10 de julio de 2019

¡Vamos!



La nevera estaba vacía.  No quería  ni arcoírises  ni flamenco ni unicornios. No  quería nada y sumé a mi desgracia un bolero, una uña rota, un frasco seco de mi anti-ojeras y otro de colorete en polvo. Mientras espachurraba aquel kebab, con ganas de morir de hambre, de asco, o de lo que fuera, el yogurt tocó mi pecho, y el colmo de mis males -al lamerlo- se sentó a mi derecha diciendo, Tranquila  ¿Quién va a mirar a un alguien que siente que siempre será nadie?
Mis lágrimas lácteas, moqueando, y un tapón en la garganta descansaron en mis muslos y pensé, ¿Qué haré ahora con la fila de penas, grises y fríos, y llantos planeados, y noches sin lunas premeditadas,  despedidas sin despedida, cuando forcejear con el llanto es un encuentro de niñas tristes que juegan al pilla-pilla, dando ventaja a la vida…si nunca ganas la partida?
Él, tan dolorosamente cierto,  salió detrás de la columna. Tomando mi mano en su mano y en la otra el salero, con su “vamos” bajo el brazo, dijo que dijera a la vida, Chica, tú no podrás conmigo y tampoco tus murmullos. No te hagas la valiente, ni te creas la fuerte entre todas las fuertes, que cuando a la pena  se le hace cosquillas, explota en tu cara a cara y siempre pierdes la partida. Hazlo así y verás lo que es vida.
Ahora ya no compro anti ojeras, ni recuerdo la última vez que lo hiciera. Canto por soleares, flamenco, isas, boleros, y no me duele la de El día que me quieras. A rato me muerdo las uñas y nos besamos como se come un buen yogurt que lames hasta la tapa. En la nevera tengo lunas y unicornios y algún que otro arcoíris combinado. Compro sal premeditada, y los polvos…bueno…los polvos…
A lo que iba; adoro rodear columnas mientras jugamos al pilla-pilla,  y me dice “vamos”  y, claro, me voy, porque él me deslumbra y me celebra, indicándome el camino de baldosas amarillas.



viernes, 5 de julio de 2019

"B"


¡Qué triste es sentir!... y escribir y escribir desde mi alma a tus palabras, que jamás seré para ti ni la apta ni la apropiada. Mi corazón se ha dormido, se escurre de mi cabeza a mi boca. No me llenan las caricias, ni nuestras horas locas ni siquiera tus miradas. No sé si la inteligencia elige, porque este corazón se ha rendido de mi boca a mi garganta. Las instrucciones para quedarme o irme son las mismas y muy claras; llora a escondidas, no vuelvas a decir una palabra y no olvides que la soledad es lo primero y ya estabas acostumbrada. No me sirven los te quiero que a besos mil veces callas. Llora mi corazón de mi garganta a mi pecho, de mis costillas al alma. Siempre seré tu plan B, solo por si el A te falla.


domingo, 30 de junio de 2019

Un celo a la izquierda.


Es que rebosa más de lo que mis ojos pueden aguantar, y mi mayor miedo es no tener miedo desde entonces. Su hilera de dientes pronunció mi nombre. Claro que me llamó; ¿Alguna vez lo has hecho mientras caes? Sí, todo eso me llamo desde entonces. No me dio tiempo a responder a mi nuevo nombre. Tampoco me dio tiempo a terminar de temblar al sentir el poder que me otorgó y no me asusta. Sin moverme ya me poseía por entera avanzando a rastras. También sin moverme acaricié sus alas que de tanto placer me dolían. Mis piernas se abrían y sus labios besaban todas las babas que de mis ojos tras la embestida brotaban, suplicando cerrar el cielo y cualquier tierra prometida que tarde o temprano prescribe. Mi lengua dibujó el borde de todos sus bordes y mientras susurraba mi nuevo nombre, me di cuenta de todas las veces que subí al cielo cuando en realidad quería caer, caer, llegar al fondo, adonde el fuego quema y no mata y la sangre te arde y el alma se hiela y la culpa queda escrita en cualquier hoja sin color olvidada en una esquela equivocada de deidad… Adonde el placer pide más aunque mueras diciendo:
-Sí, así, con las alas atormentadas que es como vuelan los que van en sentido contrario…
Fue verle y sí, mis ojos no quieren darse cuenta de que ya le han visto antes, antes de un vete, antes de un sí, sí…si quiero, antes de arrodillarme ante mi bestia que siempre está en celo y sentir que tenerle tan cerca es como un disparo a quemaboca.

Obra de Pedro Lezcano Jaén. Título: Ladrón de almas;(2019. 120x100 cms), un autonitrato malintencionado con sonrisa falsa y alas a medio arrancar, a manos de un dios indignado:




viernes, 28 de junio de 2019

La procesión va por fuera.


Si te tienes que ir vete. Prefiero la procesión por fuera. Pero vete, ¡vete! Vete como la marea; siempre lista para lo que le venga en gana. Con  pasaje a cualquier parte donde se quisiera –de querer, y no de cualquier manera
Que con toda la muerte por delante estoy dispuesta a vivir como si se me fuera la poesía en ello. Aprendiendo día a día a perder con la misma facilidad con la que me ilusiono. Con ganas infinitas de amar que no te quepa duda. Paseando las calles de Las Palmas con los pulmones llenos de esa marea que me hace flotar y flotar, consiguiendo que todo dolor sea más llevadero. Con un  no puedo que pueda poder olvidar. A la tristeza déjala como está que jamás la eché de menos, estuvo bien latente como siempre la marea. Así que si te tienes que ir vete…    y no, no dejes todo como estaba, yo lo devolveré a su lugar  tomado de ejemplo al mar, porque sé que si no eres el fin, seguro, serás el medio, para que vuelva a reír como llora Chavela.




jueves, 27 de junio de 2019

Cierro mis ojos


Cierro mis ojos
dibujando dedo a dedo la playa que hay en tu espalda
recorriendo rezagada las dunas de tu pecho.
También con ojos cerrados me acerco al río de tu boca
buscando tu lengua tierna, suave, a veces burlona.
No quiero abrir los ojos, aplástame contra ti
definiendo con tus manos, de frente, de perfil
cada curva de mi cuerpo que se muere por sentir
con los ojos bien abiertos,  lo que una vez sentí.
Deja que cierre mis ojos y que siga imaginando
 que alguna vez me desees aunque todo sea en vano.
Ahora los abriré y te seguiré amando
 descubriendo nuevamente
que yo no estoy en tu mente.
 Pero me sirve quererte cuando yo cierro los ojos
deseando pase el día
para volver a cerrarlos.


viernes, 21 de junio de 2019

A tu pregunta


Disculpa mi tardanza y tu estar extrañándome, pero, es que a no sé cuantos quizás por hora me fui de la sábana equivocada. Salí, así como quien no quiere la cosa, y me vi como una perra olfateando una pista. Por el camino encontré  el oxigeno que avivó mi fuego. Dejando a un lado de la primera caricia al ego, abrí la puerta al miedo que tenía miedo; a quererme, complacerme, tenerme, follarme y hacerme el amor –me da igual el orden–  y a ponerse en mis zapatos. La risa se quitó la  camisa de fuerza y con los ojos como platos  me miró y en un arrebato me besó con esos besos torpes de primeriza, sin saber que yo ya venía con la boca partida pero le importó un carajo. Ahora nos besamos aprendiéndonos hasta que rugen las venas. He comenzado ordenadamente por su cara y ya voy –después de tantos meses– por la segunda pestaña. Así que a tu pregunta ahora que te extraña, diré que he estado muy ocupada... enamorándome.



sábado, 15 de junio de 2019

Eso ya lo sabes


Cuando  pasaste página dijiste a todos: lo siento, no me veo, adiós, y te fuiste a su cama.
Nunca te dije que si el desamor nos duele, más nos duele la traición. Imagino que eso ya lo sabes.
Que duele el corazón, que te partan la voz en dos, que no entiendas qué pasó. Te alejaste y yo jamás me moví del sito.
Anda y diles: que esperando tu regreso alguien tomó mis pedazos y lamiendo con saliva los pegó  -del desprecio a la herida-.
Que hay amores que duelen un tiempo… o toda la vida.
Ahora diles: que duele el corazón, que te partan la voz en dos, que no entiendes qué pasó… Lo siento, no me veo, adiós. Imagino que eso…ya lo sabes.


https://www.youtube.com/watch?v=AaLIvfR6Tw0